El subsecretario del Interior de Chile, Juan Francisco Galli condenó los hechos de violencia ocurridos durante la madrugada de este domingo en la región de la Araucanía, al sur del país, zona tipificada como el lugar donde se desarrolla el denominado conflicto mapuche, y que culminó con dos alcaldías en llamas y varios detenidos.
Los hechos se remontan cuando un grupo de comuneros mapuches se toman a principios de la semana pasada las sedes municipales de las localidades de Ercilla y Traiguén en apoyo a la huelga de hambre que mantiene por más de 85 días la autoridad ancestral Celestino Córdova y otros reos mapuches. Esto conllevó a desórdenes y enfrentamientos entre Carabineros y las personas que mantenían la toma lo que condujo al incendio de ambos edificios institucionales por causas que aún se desconocen.
“La violencia no nos conduce a nada y la ambigüedad frente a la violencia puede conducirnos a más violencia”, expresó Galli, agregando “hay que condenar la violencia venga de donde venga y debe ser absoluta, cualquier ambigüedad respecto de la violencia produce más violencia”.
Por otra parte se produjeron de forma paralela una serie de enfrentamientos entre comuneros mapuches y grupos de civiles en las localidades de Victoria y Curacautín, ubicadas en la misma área geográfica. Ocurrieron destrozos en las sedes de gobierno local, que también estaban tomadas, al tiempo que se alzaron consignas y cánticos racistas en contra de la comunidad mapuche, especialmente en la localidad de Curacautín, donde civiles golpearon a los manifestantes indígenas a fin de que estos desalojen el edificio público. Estas acciones registraron preliminarmente más de 20 detenidos.
“Fue un día doloroso para Chile, especialmente para la región de La Araucanía, con municipios quemados, ciudadanos enfrentándose entre sí y personal militar y policial heridos”, lamentó Galli.