Informe especial: España será un país sin bares ni discotecas si no hay ayudas directas

La hostelería está en pie de guerra en toda España porque no entienden que el grueso de las restricciones por COVID se cebe en ella. Por ello, toda España lleva días viviendo diversas protestas pidiendo ayudas estatales para evitar el cierre de bares y restoranes y centros de ocio nocturno

0
100
Desolación: Restoranes y centros de ocio nocturno salen a protestar contra la falta de medidas y ayudas directas para paliar sus cierres - Foto: ICN Diario

La hostelería y el ocio nocturno en España salen a protestar contra la falta de medidas y ayudas directas para paliar sus cierres. Defienden que los establecimientos de restauración y ocio son solo responsables de un 3,5% de los contagios, pero padecen el grueso de las restricciones.

Ni lógico ni justo. La hostelería está en pie de guerra en toda España porque no entienden que el grueso de las restricciones por COVID se cebe en ella. Por ello, toda España lleva días viviendo diversas protestas, desde Cataluña, donde la  Generalitat ha decidido el jueves 12 prorrogar hasta el 23 de noviembre el cierre de bares y restaurantes, a manifestaciones en Navarra, ciudades como Toledo o también en Andalucía, donde esta segunda ola está siendo más cruenta que la primera.

Los hosteleros no entienden porque pagan el pato de las restricciones cuando los datos muestran que sus establecimientos son seguros. Según el Informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad los contagios en ámbitos sociales en restauración y ocio representaron unos 190 brotes, mientras que los registrados en ámbito familiar y en reuniones de amigos unos 1.770. Los hosteleros esgrimen que solo un 3,5% de los contagios tienen lugar en sus locales.

“Estamos sufriendo incalculables pérdidas económicas. Hasta la fecha, y a diferencia de otras comunidades autónomas, y otras ciudades, en Andalucía y en Sevilla no se ha puesto en marcha ninguna ayuda para la hostelería”, denuncian desde la Asociación de Hostelería de Sevilla a Sputnik.

Solo en la capital andaluza, según los cálculos de la AHS, un 20% de los establecimientos ya se han visto obligados a echar la persiana. En Andalucía, la comunidad autónoma más poblada de España, esto es una verdadera tragedia, ya que bares y restaurantes copan el mayor porcentaje de establecimientos, según fuentes de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía (Horeca).

La misma consigna para todo el país: “Sin ayudas directas nos arruinan”

La patronal nacional —Hostelería de España— exige un plan integral de ayudas por valor de 8.500 millones de euros para poder salvaguardar 1.100.000 empleos en todo el país. En Andalucía, con 250.000 empleados y, hasta la llegada del COVID, unos 55.000 establecimientos según la Horeca, las protestas se han hecho sentir en todas las capitales de provincia.

“Cada administración pública debe asumir su parte de responsabilidad para salvar tejido empresarial”, explica a Sputnik Antonio Luque, de AHS, demandando “fondos económicos para ayudar directamente a la hostelería, y afrontar así los gastos de suministros, alquileres y otros gastos fijos. También pedimos la exoneración de las tasas de veladores, basura, el IBI y el IAE para 2021”.

La noche es más oscura que nunca

La mayoría de establecimientos están teniendo que echar mano para subsistir de la comida a domicilio; pero esa solución no significa nada para el ocio nocturno. Los empresarios de pubs, discotecas y salas de conciertos no cuentan con ningún asidero.

“La mayoría de los que legislan y opinan sobre lo que pasa en la noche no han visitado una discoteca desde que todo esto empezó”, nos cuenta Juan Rambla, de la Federación Nacional de Empresarios de Ocio y Espectáculos (España de Noche).

Rambla suspira cuando empieza a enumerar todas las medidas que se han visto obligados a implementar para padecer, finalmente, el cierre: contratar a controladores de sala, hidrogeles, señalización, adaptación de espacios, trabajo extra para asegurar la trazabilidad de las personas que acceden al local, etc…

“Podemos aceptar que se nos demonice, pero la verdad es que nuestra seguridad es única, no hay ningún otro sector que se haya visto obligado a imponer tantas medidas como nosotros”, asegura el empresario. Discotecas y pubs coinciden, si se echa el cierre, necesitan medidas de apoyo, liquidez.

“Hasta ahora, las únicas ayudas han sido los ERTES, pero a la par, teníamos que seguir pagando facturas, seguros sociales, ¡las discotecas llevamos 8 meses cerradas en muchos casos por imperativo legal!”

Otro aspecto que critica el sector es la “falsa ayuda” de los créditos ICO, préstamos con intereses que se han esfumado, precisamente en pagar gastos fiscales.

“Hemos intentado todo, pero es inútil. Desde marzo nuestra actividad es nula, lo que hemos hecho ha sido testimonial, algún concierto o evento puntual, pero sin poder rentabilizar nada”, revela a Sputnik Jose Gustavo Cabrerizo ‘Pepegu’, que regenta uno de los establecimientos más emblemáticos del panorama musical español, la Sala Planta Baja de Granada.

Planta Baja ha sufrido un doble golpe, por un lado, la cancelación de decenas de actuaciones y por otro, el fin al ocio nocturno en una ciudad, Granada, que despunta en el drama de la pandemia y ha vuelto al confinamiento.

Cada primero de mes los establecimientos afrontan todos los pagos, seguros sociales, alquileres, alarmas, electricidad, asesoría, proveedores, etc.

“En marzo en España de Noche calculamos que, sin ayudas, un 69% de nuestros locales de ocio nocturno desaparecerían”, explica Juan Rambla.

Ese es el escenario que los trabajadores de la noche quieren evitar. “En nuestro caso, lo más urgente es el pago de alquiler, que llevamos ingresando desde marzo aunque no tenemos ingresos, lo único que hacemos es aumentar deuda”, lamenta Pepegu. Si no hay cambios, la Sala Planta Baja, igual que otros establecimientos ilustres como el Bar Manolo de Sevilla o la Joy Eslava de Madrid, desaparecerá.

El sector lamenta la ineficiencia de las ayudas. Apuntan a la inutilidad de los créditos ICOS, o a medidas concretas “deliberadamente inútiles” como el programa de pago único para el alquiler que se dio en Andalucía. Se trataba de una ayuda de 1.200 euros cuando, según España de Noche, los precios medios de alquiler mensual son de 5.500 euros. “Pero es que además, las ayudas eran para autónomos no societarios, y nosotros somos un sector en el que el 99% de las entidades son sociedades de 4 ó 5 miembros”. Anunciar las medidas ayuda, más que la ayuda llegue en su justa medida, sigue siendo un pecado de las administraciones.

Recientemente, el Ministerio de Seguridad Social ha flexibilizado el acceso de los trabajadores autónomos afectados por los cierres a la prestación que permitirá cobrar, al menos, 472 euros al mes sin que tengan que pagar sus cuotas a la Seguridad Social.

Los hosteleros que no hagan pedidos a domicilio ni recogida en local podrán solicitar en la prestación, eso sí, explica el pizzero del enésimo local sevillano cerrado en zona universitaria, “para acceder a esa prestación hay que estar libre de deudas, y tras casi 8 meses de pandemia, casi nadie está libre de deudas”. La pescadilla que se muerde la cola continúa.