Por Raúl Vallarino.-
El gobierno argentino era el encargado de la organización del acto protocolar por el traspaso de mando este jueves, entre el presidente Alberto Fernández y su par brasileño, Jair Bolsonaro. Sin embargo, en la emisión para los argentinos, decidieron no mostrar los mensajes de los presidentes de los otros países integrantes del Mercosur.
Otra vez, el devaluado presidente argentino, cuyo país viene poniendo trabas a la necesaria flexibilización del bloque regional, volvió a demostrar su intolerancia al pensamiento ajeno. Decididamente ofuscado por la insistencia de llevar al Mercosur a una impostergable flexibilización y a la decisión de Uruguay de comenzar a propiciar diálogos de negocios extrazona, no encontró mejor manera que invisibilizar a los mandatarios de Brasil, Paraguay y Uruguay, cortando sus mensajes.
En su discurso el presidente argentino hizo una fuerte defensa de la integración regional, un día después de que Uruguay anunciara que negociará acuerdos extrazona, apuntó: “nadie se salva solo” y como de costumbre intentó imponer su visión, que no es compartida por todos los miembros del Mercosur.
“Solos alimentaremos el espejismo de una vana prosperidad. Unidos podemos consolidar un Mercosur creativo, que avanza de la mano de sus pueblos y no se corta solo, imponiendo visiones unilaterales”, agregó el presidente kirchnerista.
Por su parte el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou ratificó a los presidentes del Mercosur este jueves durante la Cumbre de Jefes de Estado, que la decisión del gobierno que preside es mantenerse dentro del bloque, pero salir al mundo para abrir negociaciones comerciales de manera individual.
“El Uruguay pretende avanzar en acuerdos con otros países y esto no significa vulnerar ni violentar la regla del consenso. El mundo ya va muy rápido y se está entrelazado comercialmente, el mundo ya va muy rápido” y agregó: “Vamos a respetar el ordenamiento jurídico vigente del Mercosur”, explicó Lacalle Pou.
Una jugada desleal de Fernández
Según consigna Infobae desde Buenos Aires, el corte de la emisión de los discursos de los presidentes del Mercosur se hizo inmediatamente después de que Alberto Fernández pronunciara su discurso, dejando a sus pares sin posibilidad de exponer en vivo sus mensajes. Al tener la titularidad del mandato regional, Argentina era la anfitriona y organizadora de la ceremonia diplomática. Sin embargo, sólo resaltaron las palabras del dignatario local.
La invisibilización del resto fue comunicada a los demás presidentes del Mercosur apenas 10 minutos antes de iniciarse el protocolo que tenía por objeto hacer público el traspaso de mando de Fernández a su par brasileño Jair Bolsonaro. De esta forma, las demás cancillerías debieron implementar de urgencia mecanismos de streaming para poder hacer públicos los discursos de la cumbre. Los gobiernos de los países miembros se vieron sorprendidos por la extraña manera en que Argentina impuso las condiciones de la ceremonia. “No tuvimos margen para trabajar como corresponde”, se quejó un miembro de la diplomacia brasileña a Infobae en off the record.
De la reunión participaron los presidentes de los Estados miembros de Paraguay, Mario Abdo Benítez, de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Brasil, Jair Bolsonaro, y de los Estados asociados, de Chile, Sebastián Piñera; de Ecuador, Guillermo Lasso, y de Guyana, Irfaan Ali.
El pobre tipo que es Fernández, sirviente de Kachorra, es un intolerante y prepotente capaz de cualquier fechoría.
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