La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la oficina del alto comisionado de la ONU para los derechos humanos para Centroamérica y República Dominicana han solicitado a las autoridades gubernamentales de Nicaragua de que cesen de inmediato las detenciones “arbitrarias e ilegales” de dirigentes opositores, quienes se han visto amedrentados por las Fuerzas de Seguridad del Estado y la instituciones de Justicia cercanas al régimen del líder autoritario Daniel Ortega, resquebrajando los cimientos democráticos y el goce pleno de los derechos civiles y políticos.
En este sentido ambos organismos han denunciado ante la comunidad internacional la detención arbitraria de más de 30 personas desde finales de mayo, entre las que se encuentran, líderes y lideresas de movimientos sociales, periodistas, mujeres defensoras de derechos humanos, siendo victimas de la represión orquestada por Ortega quien busca perpetuarse en el poder. A su vez se contabilizan 130 personas que fueron privadas de libertad de forma ilegal desde el inicio de la crisis en abril de 2018.
A las detenciones se suman varios precandidatos presidenciales quienes se han visto imposibilitados de participar en las próximas elecciones en Nicaragua, convocadas para el 7 de noviembre, por estar privados de libertad, con “juicios” pendientes y acusaciones penales sobre sus espaldas. Dichas acusaciones no han respetado las garantías procesales o el derecho a un juicio justo, ya que habrían sido presentadas en varios casos en audiencias preliminares privadas y secretas.
“La CIDH y la OACNUDH rechazan el uso indebido de acusaciones penales en contra de personas opositoras para restringir su derecho a participar en los asuntos públicos y el derecho a la libertad de asociación, mediante la formalización de delitos graves en su contra, tales como “lavado de dinero”, presuntamente ligado a la implementación de fondos de cooperación, o “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional”, ha dicho.
En este sentido la CIDH y la ONU han asegurado tener información acerca de las graves violaciones a los Derechos Humanos a la que son sometidos los opositores detenidos, en particular las mujeres, dentro de las que se cuenta como interrogatorios constantes, aislamiento, exposición a luz artificial las 24 horas del día, la falta de atención médica, y acceso a agua y alimentación insuficiente.
“Preocupa particularmente los alegados hechos de tortura psicológica a mujeres detenidas durante los interrogatorios, presuntamente perpetrados como represalia a su reconocido rol de lideresas sociales, políticas y de defensoras de derechos humanos”, ha detallado.