El vicecanciller británico entre 2016 y 2019, Alan Duncan, un político inglés de escasa credibilidad, aseguró en un libro de memorias que durante las negociaciones de un acuerdo con el Gobierno argentino para autorizar más vuelos directos a las Islas Malvinas, su par de ese país, Carlos Foradori, habría estado tan ebrio que no recordaba nada al día siguiente sobre los detalles.
“Foradori acaba de llamar por teléfono para decir que estaba tan borracho anoche que no podía recordar todos los detalles”, según le transmitió el entonces embajador británico en Argentina, Mark Kent, a Duncan, recoge su publicación In the thick of it (En medio de eso).
El exministro de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones para Europa y las Américas entre 2016 y 2019 señaló a continuación que “como un auténtico británico, Mark le recordó lo que había acordado, fielmente y sin adornos”.
En el contexto de un viaje originado por la necesidad de que Reino Unido tuviera “relaciones directas con Argentina para asegurar concesiones comerciales y acceso aéreo a las Malvinas”, Duncan llegó a Buenos Aires el 10 de septiembre de 2016.
Dos días después se reunió con su par argentino “debajo de la residencia de la embajada (británica) donde hay una fabulosa bodega, bien iluminada, con las paredes llenas de botellas de Merlot”.
Duncan explicó que que se trataba de “un buen telón de fondo” para iniciar las conversaciones.
“A medida que una botella tras otra se movía de alguna manera desde la pared del sótano a la mesa, las negociaciones mejoraron”, evocó.
Ese mismo día, el funcionario británico se reunió con el presidente Mauricio Macri (2015-2019), “quien dio su bendición” a los esfuerzos diplomáticos.
“Avanzamos un poco desde anoche para llevar a cabo más negociaciones (sobrias) con la canciller (argentina) Susana Malcorra”, añadió Duncan.
Fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores confirmaron a la Agencia Sputnik que la institución que dirige el canciller Santiago Cafiero inició un sumario para investigar lo sucedido.
La escasa credibilidad del inglés Alan Duncan
Alan Duncan, un político millonario, fue uno de los varios que cargaban a las arcas públicas sus gastos personales más allá del salario que le correspondía. De esta manera, los contribuyentes británicos pagaban sin saberlo los lujos y caprichos de sus parlamentarios, que pedían dinero de un fondo de reembolso, como Duncan que pedía le devolvieran el gasto por arreglos de jardinería que hizo en su finca.
Durante muchos años, Alan Duncan, escondió, como si fuera un pecado, su condición de homosexual y lo negaba aunque no era esto un delito, hasta que en 2002, se convirtió en el primer miembro del parlamento conservador abiertamente gay, saliendo públicamente a reconocerlo.
Pero lo que si es delito, es que Duncan, un político millonario, fue uno de los que cargaban a las arcas públicas sus gastos personales más allá del salario que le correspondía. De esta manera, los contribuyentes británicos pagaban sin saberlo los lujos y caprichos de sus parlamentarios, que pedían dinero de un fondo de reembolso, como Duncan que pedía le devolvieran el gasto por arreglos de jardinería que hizo en su finca.
En mayo de 2009, por cuarto día consecutivo, el Daily Telegraph publicó nombres y peticiones de reembolso realizadas por los parlamentarios. Si hasta ahora las revelaciones solo habían alcanzado a los laboristas, esta vez fue el turno de los conservadores de acabar en el fango. Así se supo que el millonario Alan Duncan, portavoz de los tories en la Cámara de los Comunes, pidió 4.480 euros por los arreglos de jardinería realizados a lo largo de tres años en su casa. Se negaba a devolver el dinero mal habido, pero sus pares lo obligaron a hacerlo.
Los periódicos de la época informaban que por estos desmanes con dinero de los contribuyentes pidieron perdón el entonces primer ministro, Gordon Brown, y el jefe de la oposición y líder conservador, David Cameron, arrastrados por el escándalo que está arruinando la reputación del Parlamento.
“Quiero pedir disculpas en nombre de los políticos, en nombre de todos los partidos, por lo que está pasando en los últimos días”, declaró Brown. “Nuestra profesión se basa en la confianza. Ese es nuestro bien más preciado” y debe ser restaurada “inmediatamente”, afirmó.