
En el discurso por el Día de la Victoria este lunes, el presidente ruso Vladimir Putin en la Plaza Roja dijo que “En diciembre del año pasado, propusimos firmar un acuerdo sobre garantías de seguridad. Rusia llamó a Occidente a un diálogo honesto, a buscar soluciones razonables y de avenencia y a tener en cuenta los intereses de ambas partes. Pero todo fue en vano. Los países de la OTAN no querían escucharnos y esto significa que en realidad, tenían otros planes. Y lo vimos”, subrayó.
“De este modo, se creó sistemáticamente una amenaza absolutamente inaceptable para nosotros y directamente en nuestras fronteras. Todo indicaba que sería inevitable un enfrentamiento con los neonazis, los partidarios de Stepán Bandera, por los que habían apostado EEUU y sus socios menores.
Repito, vimos cómo se desplegaba la infraestructura militar, cómo empezaron a trabajar cientos de asesores extranjeros y se realizaban entregas regulares de las armas más modernas de los países de la OTAN. El peligro crecía día a día. Rusia dio una respuesta preventiva a la agresión. Fue una decisión forzada, oportuna y la única correcta. La decisión del país soberano, fuerte e independiente”, dijo al justificar la invasión a Ucrania.
Luego puntualizó: “EEUU, sobre todo después del colapso de la URSS, empezó a hablar de su excepcionalidad humillando así no solo al mundo entero, sino también a sus Estados satélites que deben fingir como si no se dieran cuenta de nada y tragarse todo sumisamente. Pero somos un país diferente.
Rusia tiene un carácter diferente. Nunca renunciaremos a nuestro amor por la Patria, a nuestra fe y valores tradicionales, a nuestras costumbres ancestrales, a nuestro respeto por todos los pueblos y culturas. En Occidente parece que han decidido abolir estos valores milenarios.
Esta degradación moral se convirtió en la base de falsificaciones cínicas de la historia de la Segunda Guerra Mundial, de incitación a la rusofobia, glorificación a los traidores, burlas a la memoria de sus víctimas, borrando el valor de los que ganaron e hicieron posible la victoria.
Sabemos que a los veteranos estadounidenses que querían acudir al desfile en Moscú se les ha prohibido hacerlo, pero quiero que sepan que estamos orgullosos de sus hazañas, de su contribución a la victoria común”.