Brasil y Paraguay comienzan a reparar la Central Hidroeléctrica de Itaipú

Paraguay y Brasil se dedican a modernizar una de las estructuras hidráulicas más grandes del planeta: la Central Hidroeléctrica de Itaipu

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Foto: itaipu.gov.py

Fuente: Global Energy.-

La de Itaipú es la segunda central hidroeléctrica más grande del mundo, sólo superada por el Proyecto de las Tres Gargantas en China. Se encuentra sobre el río Paraná, en la frontera entre Brasil y Paraguay. El hormigonado de la presa comenzó en 1978 y la construcción de las dos últimas de las 20 unidades de energía operativas se completó en 2007. La capacidad de la planta de energía alcanza los 14 GW. Para 2007, la generación de energía anual alcanzó un promedio de 85 a 98 mil millones de kWh por año.

La operación de la central eléctrica tiene una importancia económica crítica tanto para Brasil como para Paraguay. Desde su construcción e inicio de operaciones en 1984, ha producido más de 2.800 millones de MWh y distribuido cerca de USD 13.000 millones en concepto de regalías para ambos países para compensar el uso de los recursos hídricos compartidos del río Paraná.

Hoy en día, la planta aún abastece cerca del 8% del mercado brasileño y el 85% del mercado paraguayo.

“La decisión de iniciar la modernización de la UHE se tomó el 29 de abril. Esta será la actualización tecnológica más completa de la central desde su puesta en marcha hace 38 años”, dijo un representante de Itaipu Binacional, la empresa operadora de la UHE. “La Energía Global”.

“El contrato de modernización contempla trabajos de mantenimiento por un período de 14 años y una inversión de $649 millones. El plan de ejecución del proyecto fue diseñado para que la generación de energía no se viera afectada significativamente.

La actualización comprende el equipo y los sistemas de las 20 unidades generadoras de energía, así como la mejora de los sistemas de medición, protección, control, regulación y monitoreo de la central hidroeléctrica.

Además de actualizar las 20 unidades generadoras de energía, el alcance del trabajo incluye el suministro de sistemas de gestión de energía, tecnología de automatización, así como la entrega de sistemas de protección, control y supervisión para la subestación GIS, servicios auxiliares de planta, vertedero, compuertas de presa y las líneas de transmisión existentes.

“Equipos electromecánicos de gran tamaño, como turbinas y generadores, que aún se encuentran en muy buenas condiciones de funcionamiento, no forman parte del alcance de la modernización”, dijo la empresa.

Otro desafío para la Itaipú Binacional es el desarrollo de sistemas eficientes de almacenamiento de energía. Ahora, la empresa participa activamente en la inversión en investigación y desarrollo en esta área junto con sus instituciones asociadas. Al mismo tiempo, el operador del proyecto destacó que no prevén la creación de producción de hidrógeno a partir de la electricidad de Itaipú.

La creación de los sistemas de almacenamiento de energía para la Itaipu se vuelve extremadamente importante para la provisión de la operación normal de las centrales hidroeléctricas durante las temporadas de sequía.

El año pasado fue el más seco de Brasil en 100 años. La falta de lluvias y el calor sin precedentes llevaron a la catastrófica reducción de los ríos y los embalses. Paraguay y Brasil tuvieron que trasladar el consumo de energía de la población de centrales hidroeléctricas a centrales térmicas más costosas. Ahora, la empresa operadora está trabajando en la optimización de los procesos técnicos para reducir el impacto de este tipo de fenómenos.

“La Itaipu es una usina hidroeléctrica de pasada, lo que significa baja afluencia (sus causas están fuera de la gestión de Itaipu), lo que resulta en reducción de la producción de energía. Para compensar esa pérdida de producción causada por los menores valores de afluencia en comparación con el inicio de la operación, la Itaipú adoptó las estrategias encaminadas a aprovechar al máximo el agua para la producción de energía, optimizando al máximo los recursos energéticos que llegan a la usina. Muchos procesos fueron revisados ​​y optimizados en los últimos años, contribuyendo a este resultado”, destacó la empresa.

Sin embargo, las previsiones disponibles indican una normalización gradual de la operación de la central en los próximos años. “Dado el escenario de 2022, entendemos que un período de escasez de agua sin precedentes puede llegar a su fin, lo que significa el retorno de la producción anual de Itaipú a los valores más cercanos a los anteriores al período seco que acabamos de vivir. Esperamos que esta condición se mantenga durante los próximos años”, señaló Itaipú Binacional.

El próximo año, 2023, será decisivo para Itaipú, ya que Brasil y Paraguay deberán delinear las nuevas condiciones para la operación de la UHE, así como sus tarifas y rutas de suministro eléctrico. Esto permitirá a ambos países firmar un nuevo acuerdo sobre la operación conjunta de la HPP. Teniendo en cuenta la mejora de la HPP y el aumento de la eficiencia en el uso del agua, esto puede mejorar los balances energéticos de los dos países.