Enmendando la plana a la Ley de Memoria Democrática de Pedro Sánchez

Enmendar la plana significa, literalmente, corregir la hoja en la que se ha hecho una tarea -deberes/trabajo- (Fundéu RAE)

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Las hermanas uruguayas Dolores y Consuelo Aguiar-Mella Díaz, asesinadas por el bando republicano

Por Raúl Vallarino.-

Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno de España, tiene ya acordado con el beneplácito de EH Bildu, la formación proetarra, la futura Ley de Memoria Democrática, donde no tiene en cuenta las atrocidades cometidas por el bando republicano antes de la intervención de Franco.

En mi caso particular, como ciudadano uruguayo, le voy a recordar al señor Sánchez para que lo tenga en cuenta, el vil asesinato de dos de mis compatriotas en manos republicanas.

En la España republicana también se ejecutó a extranjeros como fue el caso de Dolores y Consuelo Aguiar-Mella Díaz, dos ciudadanas uruguayas, hermanas de Teófilo Aguiar-Mella, vicecónsul honorario de Uruguay. Fueron asesinadas por la milicia comunista, lo que supuso la ruptura de relaciones diplomáticas del Uruguay con España en 1936. Esto les valió su inclusión dentro del martirologio católico del siglo XXI.

El gobierno republicano en España creaba las terribles “checas”, prisiones de tortura y exterminio para quienes no profesaran su adhesión a sus postulados. Los católicos fueron los principales mártires de la escalada de terror del bando republicano español.

“Las checas del terror”, es un libro escrito por César Alcalá y publicado por la editorial Libroslibres en España en 2007 y narra lo que se hizo en las checas o cárceles republicanas. El autor declara que “Las checas instauradas por la República eran auténticos campos de concentración donde hubo hornos crematorios, se torturó y se asesinó”, explica en un artículo de prensa.

Alcalá cuenta que “la represión fue contra todos los que no estaban al lado de los postulados de la República, y estuvo perfectamente planificada, con la ayuda de la Unión Soviética, y con la voluntad de instaurar un estado comunista en España”.

Hostigamiento y detención de las dos uruguayas

Proclamada la República el 14 de abril de 1931, sus repercusiones fueron muy grandes en Madrid, capital de la nación, y su signo antirreligioso se puso pronto de manifiesto en revueltas callejeras, quema de iglesias y conventos, dispersión temporal de las comunidades religiosas y toda clase de atropellos.

Ambas jóvenes uruguayas mantuvieron una postura serena y tranquila ante aquella situación confusa y antirreligiosa, mostrando una posición firme y decidida en defensa de su fe y de sus principios cristianos.

Desde el comienzo, Dolores fue punto de mira de los milicianos por su fe y adhesión a las religiosas. Parece que intentaban detenerla el 12 de setiembre cuando se presentaron preguntando por ella y no la encontraron. Pero lo hicieron el sábado siguiente, 19 de setiembre de 1936.

En declaración firmada en Montevideo, Valentina Serrano, viuda de Teófilo Aguiar-Mella, que fue quien encontró los cadáveres, dijo: “Viviendo en Madrid, durante la guerra civil en el año 1936, unos milicianos detuvieron a una hermana de mi marido, llamada Dolores, que vivía con las religiosas Escolapias… Mi esposo, que era vice-cónsul honorario del Uruguay, hizo todas las gestiones para encontrarla. A Dolores se la habían llevado detenida a las 9 de la mañana en el momento que cruzaba la calle para llevar a otro grupo de hermanas, la leche que necesitaban. Al mediodía, llegó un miliciano con un papel escrito por Dolores, en el que pedía que fuera María de la Yglesia, superiora de las Escolapias, acompañada de otra persona, para declarar.

En aquellos momentos, María de la Yglesia vivía en la calle Evaristo San Miguel con varias religiosas. Hacia allí se dirigió mi cuñada, Consuelo, diciéndole que por tener documentación uruguaya se sentirían más seguras.” El 20 de setiembre Valentina Serrano encontró los cadáveres de sus cuñadas Dolores y Consuelo y de María de la Yglesia, en el depósito municipal de difuntos. La detención y muerte de Dolores y Consuelo tuvo amplio eco en la radio y en la prensa española y de todo el mundo, sobre todo en Uruguay. El hecho causó la ruptura de relaciones diplomáticas de Uruguay con España. Todos lo calificaron de verdadero martirio. (extractado de “Entre Todos”, n. 1).

El diario El País de Montevideo cuenta que la mañana del sábado 19 de setiembre de 1936, Dolores salió a comprar leche. Vivía con ocho monjas escolapias, que se habían refugiado de la persecución republicana en un apartamento a una cuadra de la Puerta del Sol, Madrid. De regreso, fue interceptada por cinco milicianos que se la llevaron, pese a que ella traía brazalete diplomático de Uruguay.

Informaba también que su hermano Teófilo las buscaba sin éxito. Al otro día, encontraron los cuerpos en la morgue del depósito municipal.

Las dos hermanas tenían el rostro desfigurado y las reconocieron por los vestidos y el brazalete diplomático. Ambas habían sido torturadas y violadas.

ESCÁNDALO. “Fusilaron en Madrid a distinguidas compatriotas, las Señoritas Aguiar”. Así tituló El País su crónica sobre el tema, el 23 de setiembre de 1936. El texto aseguraba que los milicianos que secuestraron a Dolores “disponían de dos automóviles con los emblemas de la Federación Anarquista Internacional”. El diario El Mundo de Puerto Rico dijo que los captores vestían “overall y lucían pañuelos rojos atados al cuello”. Y señaló que un miliciano le confesó a Teófilo que sus hermanas “fueron llevadas de `paseo`, lo que bajo la situación reinante en Madrid implica que fueron ejecutadas”.

Las dos uruguayas violadas y asesinadas por los republicanos

Dolores y Consuelo Aguiar-Mella Díaz, hermanas del Vicecónsul de Uruguay en España. asesinadas el 19 de septiembre de 1936 por el Frente Popular

Beatificación

El domingo 11 de marzo de 2001 en una plaza San Pedro colmada de fieles, el Papa Juan Pablo II, proclamó Beatas a Dolores y Consuelo Aguiar-Mella Díaz, dos laicas uruguayas nacidas en Montevideo en 1897 y 1898 respectivamente, y asesinadas por “odio a la fe” en Madrid el 19 de setiembre de 1936 junto a la religiosa escolapia María de la Yglesia. Las dos laicas uruguayas habían sido declaradas mártires el 28 de junio de 1999 por Juan Pablo II.

En protesta por el doble asesinato, el gobierno uruguayo rompió relaciones con la República Española, situación que se prolongó durante la Guerra Civil

Le convendría al señor Pedro Sánchez leer un libro escrito por Felix Schlayer, titulado: “Diplomático en el Madrid rojo”. un documento imprescindible para conocer la historia no contada, sobre lo que ocurría en esos años en España.

Schlayer fue  Cónsul de Noruega en Madrid, desarrolló una amplia y vigorosa labor a favor de las personas perseguidas en el Madrid Republicano, asilando a miles de refugiados y salvando de una muerte segura a varios cientos de personas.

El crudo testimonio de Schlayer en su libro, “Diplomático en el Madrid rojo”, fue publicado originalmente en 1938 en Alemania con el título Diplomat im roten Madrid. 

La memoria democrática, señor Sánchez, no puede contemplar solo una parte de la historia. Las víctimas de uno y otro lado, sin distinciones, lo exigen.