La Comisión Interamericana de Derechos Humanos –CIDH ha alertado al gobierno de México, encabezado por Manuel López Obrador que un grupo de jesuitas que efectúan labores de cooperación a la comunidad en Cerocahui, Tarahumara, del municipio de Urique, Chihuahua, en México se encuentran en medio de una “situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos” luego de ser amenazados y agredidos por narcotraficantes.
“Las personas beneficiarias han sufrido amenazas y agresiones por parte de grupos del crimen organizado, lo que les impide desarrollar normalmente las actividades pastorales y de apoyo a las comunidades de la zona”, ha dicho.
En este sentido el organismo internacional ha otorgado medidas cautelares a favor de los once integrantes de la comunidad jesuita que se encuentran amenazados, al tiempo de solicitarle al gobierno de México el refuerzo de las medidas de seguridad en la región lo que se ha concretado por medio del establecimiento de una Base de Operaciones Interinstitucionales con enfoque multicultural y la instalación en Choreachi de una subsede del Ministerio Público.
“La CIDH otorgó medidas cautelares a favor de once integrantes de la comunidad jesuita de Cerocahui, Chihuahua, tras considerar que se encuentran en una situación de daño irreparable, gravedad y urgencia, luego de los asesinatos de nuestros hermanos Javier y Joaquín”, ha señalado la Compañía de Jesús de México.
Cabe recordar que en junio de 2022 dos sacerdotes fueron asesinados en el interior de la iglesia, ello había desatado además un contexto de estigmatización y deslegitimación a los propuestos beneficiarios tras sus denuncias y actuaciones ligadas a la investigación por el asesinato de los sacerdotes jesuitas, y cuestionamientos alrededor de su postura acerca de las políticas de seguridad del Estado.