Fue imputado este martes el excónsul uruguayo en Rusia, Gustavo Piegas, por el caso de la entrega de pasaportes a ciudadanos rusos que habían obtenido la nacionalidad uruguaya de manera irregular. El funcionario diplomático fue enviado a Moscú por el gobierno de Tabaré Vázquez del Frente Amplio y se desempeñó en ese cargo entre 2019 y 2022, cuando fue trasladado a otro destino.
Piegas fue imputado por “reiterados delitos de suposición de estado civil”. Desde la Fiscalía entendían que había riesgo procesal y de fuga, por lo que tuvo que fijar domicilio y tiene la prohibición de salir del país. A su vez, no podrá tener contacto con personas indagadas. Las medidas son por 180 días.
Según la Fiscalía, hay 56 casos de pasaportes falsos que lo involucran. El noticiero Subrayado de Montevideo informó que en esos años en el consulado de Uruguay en Moscú se tramitaban las partidas de nacimiento adulteradas que después permitían a los ciudadanos rusos acceder al pasaporte uruguayo legal.
De acuerdo a lo expresado por el equipo fiscal en la audiencia, fue Román Karpov, hasta ahora el único ciudadano ruso condenado en la causa, quien dio datos que acusan al Consulado Uruguayo en Moscú sobre irregularidad en trámites de pasaportes y Piegas habría tenido irregularidades en sus funciones sobre partidas de nacimiento de ciudadanos rusos.
Utilizaban datos de uruguayos nacidos en San Javier, colonia rusa en Río Negro, Uruguay, para los pasaportes adulterados.
Por este caso ya se imputó a otro excónsul uruguayo en Moscú, Stefano Di Conza, también enviado por el gobierno frenteamplista de Mujica en 2013. Había sido imputado por 14 delitos de fraude en concurrencia fuera de la reiteración con 14 delitos de suposición de estado civil.