La multiplicidad de bloques regionales que no ayuda al desarrollo de los países de América Latina

Hay que revisar para que sirve la multiplicación de esfuerzos de otros bloques regionales que se forjan, cuando en realidad lo que se debe hacer es fortalecer lo que ya está constituido con seriedad y buenos resultados

0
573
La Asociación Latinoamericana de Integración (ALAD)

Por Raúl Vallarino.-

La multiplicidad de bloques regionales en América Latina, termina no siendo beneficiosa para los países, porque repite las mismas acciones o cometidos y esto entorpece los esfuerzos para culminar proyectos en común.

La región, tiene en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), su más fuerte bloque de concreción de cometidos. ALADI, fue creada por el Tratado de Montevideo del 12 de agosto de 1980 y es un organismo intergubernamental que promueve la integración de la región con el objetivo de establecer un mercado común latinoamericano, integrado por  Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

Entonces, hay que revisar para que sirve la multiplicación de esfuerzos de otros bloques regionales que se forjan, cuando en realidad lo que se debe hacer es fortalecer lo que ya está constituido con seriedad y buenos resultados.

Por ejemplo, la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, es un mecanismo intergubernamental de ámbito regional, ​ que promueve la integración y desarrollo de los países latinoamericanos y caribeños, que hasta el momento ha realizado varias cumbres anuales, donde se han firmado cartas de intenciones que luego solo quedan en los papeles y nadie cumple, pero de logros concretos, nada.

Es cierto que algunas naciones que acudieron a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Buenos Aires, en enero de 2023, han incumplido con el respeto a la democracia, las instituciones y a los derechos humanos, como lo señaló el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.

El presidente Lacalle Pou junto al canciller Francisco Bustillo y embajador de Uruguay en Argentina, Carlos Enciso – Foto ICN Diario

“Se habla del respeto a la democracia, a los derechos humanos y del cuidado de las instituciones. Claramente, hay países acá (en la CELAC) que no respetan ni la democracia, ni las instituciones, ni los derechos humanos. No tengamos una visión hemipléjica de la defensa de la democracia, de los derechos humanos y las instituciones, según el perfil ideológico”, dijo el mandatario uruguayo.

Si vamos a las bases, recordemos quienes fueron los fundadores de la CELAC,  el 3 de diciembre de 2011: Hugo Chávez y Lula Da Silva.

En cuanto a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) fundada el 23 de mayo de 2008 y según su carta orgánica, “tiene como objetivo construir, de manera participativa y consensuada, un espacio de integración y unión en lo cultural, social, económico y político entre sus pueblos”.

Creada a instancias de Néstor Kirchner, Lula y Chávez, la UNASUR fue un club ideológico que nunca estuvo al servicio de los países que profesaban ideas diferentes a la de sus fundadores.

Su inoperancia llevó a que se desintegrara y quedara en un limbo. Hoy, Lula y Alberto Fernández, la quieren reimpulsar, pero les será difícil “resucitar” a un bloque que nunca sirvió a los verdaderos intereses de la región, solo existió para potenciar a los amigos de una misma ideología.