En un alarmante desarrollo en el conflicto entre Israel y Palestina, el hospital Kamal Adwan en el norte de Gaza fue objeto de un asedio por parte del ejército israelí durante cuatro días la semana pasada, resultando en la destrucción efectiva del centro médico y la detención de numerosos trabajadores de la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado vehementemente a un alto el fuego inmediato, denunciando los ataques a instalaciones hospitalarias, personal sanitario y pacientes.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, condenó la “destrucción efectiva” del hospital Kamal Adwan, que culminó en la trágica pérdida de ocho pacientes, incluyendo a un niño de nueve años. En un comunicado en la plataforma social X, Tedros expresó su profunda preocupación, destacando que el sistema de salud de Gaza ya estaba gravemente afectado, y la pérdida de otro hospital funcional representa un duro golpe para la capacidad de atención médica en la región.
Con menos de un tercio de los 36 hospitales de Gaza operando parcialmente, la OMS subraya la necesidad imperativa de poner fin a los ataques contra instalaciones médicas y personal sanitario. “Alto el fuego AHORA”, insistió Tedros, resaltando la crítica situación humanitaria.
Tedros Adhanom Ghebreyesus también señaló que muchos pacientes del hospital Kamal Adwan se vieron obligados a autoevacuarse, exponiéndose a riesgos significativos para su salud y seguridad, ya que las ambulancias no podían acceder a las instalaciones. La retirada de las fuerzas israelíes del hospital fue seguida por informes de que una topadora militar israelí destruyó las tiendas de campaña de desplazados fuera del hospital, causando víctimas adicionales.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que, debido al apagón de telecomunicaciones e internet en Gaza, la información sobre la situación humanitaria en la Franja es limitada. Se destaca que las autoridades sanitarias de Gaza no han actualizado las cifras de víctimas desde el inicio del apagón, que ya contabilizaba 18,787 muertos y más de 50,000 heridos desde el 7 de octubre.
La OCHA reporta que continuaron los “fuertes bombardeos israelíes” en toda la Franja durante el fin de semana, exacerbando la ya desesperada situación humanitaria. La comunidad humanitaria, a pesar de la apertura del paso fronterizo de Kerem Shalom entre Israel y Gaza, enfatiza la urgencia de poner fin al conflicto para permitir un flujo efectivo de ayuda.
En este contexto, Martin Griffiths, coordinador de Ayuda de Emergencia y responsable de OCHA, enfatiza: “La rápida implementación de este acuerdo aumentará el flujo de ayuda, pero lo que más necesita la población de Gaza es el fin de esta guerra”. La comunidad internacional sigue atenta y preocupada por el deterioro de la situación y hace un llamado a la paz y la protección de los civiles en la región.