La organización no gubernamental (ONG) Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó esta semana un informe en el que advierte que no hay suficientes políticas en Brasil para promover la pluralidad en el periodismo nacional. Según la organización, el país carece de “una política más robusta y estructurada para promover la pluralidad y diversidad periodística”.
“En un contexto de recientes ataques al Estado democrático de derecho en Brasil, la urgencia de garantizar normas y políticas que fortalezcan un periodismo libre, plural y confiable es crucial para la propia democracia brasileña”, dice el documento, y agrega que “Brasil está lejos de un marco normativo que proteja y promueva el pluralismo, la diversidad y un periodismo fuerte y relevante”.
La pluralidad o diversidad del periodismo es defendida por la organización como condición necesaria para garantizar una cobertura equilibrada e inclusiva de los acontecimientos, promoviendo una sociedad más informada. Además, otra recomendación es la creación de nuevos medios locales para combatir los llamados “desiertos informativos”. Se estima que 26 millones de brasileños de 2.700 ciudades del país no tienen ninguna noticia local.
El director de RSF en América Latina, Artur Romeu, recordó que el sistema de información en Brasil se caracteriza por una excesiva concentración de la propiedad de los medios en manos de unos pocos grupos económicos y que esta situación se ve agravada por la fragilidad del público, la comunidad y sectores de la comunicación, medios periféricos, populares o independientes.
“Esta fragilidad está íntimamente asociada a la falta de incentivos y garantías institucionales para que estos vehículos puedan operar en una situación de menor precariedad en su trabajo”, destacó.
En 2017, una encuesta de RSF, en colaboración con Intervozes, concluyó que las cuatro mayores cadenas de televisión concentraban el 70% de la audiencia nacional , lo que constituiría, según estas organizaciones, un oligopolio en las comunicaciones, prohibido por el apartado 5 de la Artículo 220 de la Constitución brasileña
Para promover la diversidad en el periodismo del país, el informe de Reporteros sin Fronteras sugiere la oferta de subsidios estatales, la tributación de las plataformas digitales para financiar la diversidad del periodismo en Brasil, así como la distribución de la publicidad estatal “según criterios claros y no discriminatorios”. criterios”. .
Para la organización, falta voluntad política para impulsar esta agenda, ya sea de gobiernos de izquierda o de derecha. “En las últimas dos décadas, a pesar de gobiernos que se declararon comprometidos con la construcción de un entorno mediático plural y diverso, el país ha experimentado, en la práctica, la flexibilización de las pocas normas anticoncentración en la propiedad de las emisoras”, afirma el documento .
Medios periféricos
RSF presenta como la más preocupante de todas la falta de políticas para un periodismo independiente, periférico y popular, “que desempeña un papel crucial en la formación de ciudadanos informados, críticos y participativos”.
El portal de noticias Desenrola e Não Me Enrola, de São Paulo, es uno de esos medios periféricos. Lanzado en 2013, el medio afirma que hace periodismo con el objetivo de “registrar y reflexionar sobre las transformaciones sociales y la identidad cultural de los sujetos y territorios periféricos”.
El cofundador del sitio, el periodista Ronaldo Matos, que trabaja en la Rede Jornalistas das Periferias, sostiene que los medios periféricos son necesarios porque muchos de los intereses de estas comunidades no tienen espacio en los vehículos comerciales.
“Los medios independientes que operan en las periferias y favelas tienen el gran papel de difundir información a esta población que no tiene garantizada esta información en los periódicos tradicionales que está acostumbrado a consumir”, destacó.
Matos destacó que otra función del periodismo periférico, además de cubrir acontecimientos, es la “alfabetización mediática”, que es la capacidad de consumir información de forma crítica, permitiendo, por ejemplo, diferenciar hechos de noticias falsas.
“La cultura del consumo de noticias es elitista. Ella pertenece a una clase social que nos domina. Necesitamos cada vez más tomar decisiones que afectarán nuestra vida, a partir de una lectura calificada del periodismo brasileño”, explicó.
Una de las acciones de los medios periféricos de São Paulo es la distribución de noticias en pantallas digitales en comercios de la periferia y favelas de São Paulo. Actualmente, hay 15 pantallas instaladas en más de 10 distritos de la periferia de São Paulo, alcanzando un promedio de 500 mil personas por mes.
Ronaldo Matos dice, por otra parte, que estos medios enfrentan serios problemas de financiación. Suelen estar respaldados por suscripciones públicas, financiación colectiva, avisos públicos dirigidos al sector cultural y también mediante asociaciones con medios de comunicación tradicionales.
“Terminan desguazados, con recursos de pago muy bajos. Tienes una carga laboral alta y mucha precariedad. Además, están compuestos en su mayoría por profesionales negros, egresados de universidades y no fueron aceptados por el mercado laboral en el periodismo tradicional. No tenía espacio en la televisión, en los grandes periódicos, en las grandes emisoras de radio”, añadió.
En 2019, Ronaldo coordinó una encuesta que mapeó 97 iniciativas de comunicación local en la ciudad de São Paulo. Del total de contenidos distribuidos a través de estos medios, el 80% fue producción autoral. De estos vehículos, el 64% trabajaba con entre dos y cinco profesionales y ocho de cada diez de estos profesionales tenían otra actividad para complementar sus ingresos.
Apoyo estatal y tributación de plataformas
RSF afirma que el pequeño número de empresas de comunicación cubiertas por la publicidad gubernamental representa un obstáculo para la promoción de un entorno periodístico plural y diverso en el país.
“Sin el desarrollo y la implementación de una política dirigida a los medios de comunicación no comerciales, independientes y regionales, la promoción concreta de la ampliación de la variedad de voces en la comunicación brasileña sigue siendo inexistente”, dice el documento.
Respecto a las propuestas para gravar las plataformas que utilizan contenidos periodísticos que se tramitan en el Congreso Nacional, RSF dice que podrían representar un alivio para el sector, pero advierte que es necesario mejorar los proyectos existentes para financiar la pluralidad en el periodismo.
“[Los proyectos] siguen el modelo adoptado en países como Australia y Canadá, donde las plataformas negocian con los medios de comunicación valores por el uso de sus contenidos, pero no define claramente qué tipo de uso de contenidos periodísticos daría lugar a remuneración ni ¿Establece criterios para incluir puntos de venta más pequeños, regionales y sin fines de lucro”, destacó.
Agencia Brasil.-