Por Paco Tilla.-
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ratificó este 16 de marzo, la candidatura de Nicolás Maduro para las elecciones presidenciales que se celebrarán este año en ese país.
Previsible “nominación” del candidato del régimen que intenta dar una imagen de democracia, sin lograrlo, porque la principal candidata de la oposición, María Corina Machado, está vetada por decisión del tirano chavista.
Panem et circenses (literalmente «pan y espectáculos del circo») es una famosa frase en latín, surgida en Roma en la Sátira X del poeta latino Juvenal (circa 100 A. D.).
Según la historia, los políticos romanos diseñaron un plan en 140 a. C. para ganarse el voto de la plebe basado en el clientelismo: al regalar comida barata y entretenimiento se lograba una alienación del pueblo que lo despojaba de su espíritu crítico, mientras a la vez se sentía satisfecho por esa falsa generosidad de los gobernantes. Esta estrategia demostró ser una forma muy efectiva de acceder al poder.
Y esto es lo que hoy hace Maduro, con la enorme diferencia de que solo existe el circo, porque el pan no abunda en Venezuela y el hambre acosa a la población
“Nadie puede negar la gran capacidad de nuestro candidato, Nicolás Maduro, quien en medio de pretensiones de invasión extranjera, mantuvo los nervios de acero y pudo superar las dificultades”, se lee en una publicación del ultrachavista PSUV en la red X.
Son millones los venezolanos que ya han huído del país, en busca de poder vivir dignamente, pero el régimen sigue su camino, hundiendo en la misería más atroz a sus ciudadanos.
La farsa se consuma, mientras Maduro finge emocionarse por la “nominación”. Solo circo.
“Por eso, hoy 16 de marzo de este año 2024, acepto la candidatura presidencial para los comicios del 28 de julio”, exclamó el mandatario durante una transmisión del canal estatal Venezolana de Televisión al aceptar la postulación del PSUV. Mientras una lágrima falsa (de cocodrilo), rodaba por el rostro del sátrapa.
Maduro, ya no se diferencia en nada del dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, que eliminó cualquier vestigio de democracia, encarcelando a todos los rivales políticos.
Entonces, solo el circo sigue, porque continúa faltando el pan…
