Cristina Kirchner se fue del gobierno anterior de Argentina, dejando un país devastado con una inflación de tres dígitos, un incremento enorme de la pobreza y la indigencia y la clase pasiva colapsada con las magras retribuciones mensuales que no alcanzan para vivir dignamente.
La corrupción del kirchnerismo no hace falta ni comentarla, está a la vista de todos. El saqueo a las arcas del Estado ha sido atroz e irreversible de cambiar en poco tiempo.
Este sábado, la exmandataria, hoy condenada por corrupta por la Justicia argentina, ha vuelto desde su falta de ética y de su inconsciencia a hablar con el estilo mesiánico que la caracteriza para atacar al gobierno de Javier Milei.
Cristina Kirchner estuvo en un acto en Quilmes junto a su acólita Mayra Mendoza. Dijo que el Gobierno “no tiene un plan de estabilización” y que las medidas del Ejecutivo “van en línea con el anarcocolonialismo”.
Tanto cinismo en este personaje nefasto es indignante. Dijo que Milei “no tiene un plan de estabilización”, pero no se acordó que ella no hizo nada cuando el país se hundía en la crisis económica que creó su gobierno.
Aseverá la condenada: “Este gobierno no tiene un plan de estabilización, solo ajusta”, afirmó Cristina Kirchner. Claro que tiene que ajustar, si el kirchnerimo arrasó con el dinero del Estado.
No asumió el desastre que ella provocó, su ego desmedido no se lo permite.
