Por Paco Tilla.-
El fiscal de la dictadura chavista, Tarek William Saab, ha citado para el lunes 26 de agosto a las 10:00 am, en las oficinas del Ministerio Público, al candidato de la oposición Edmundo González Urrutia, con la idea de amedrentarlo como siempre actúa este personaje servil y obsecuente de Nicolás Maduro, siendo uno de sus fieles lacayos.
Sin argumentos válidos, Saab, con un texto de acusaciones falsas preparados por los servicios de la inteligencia cubana, tratará de acosar al que ya es claramente el ganador de los comicios del pasado 28 de Julio y las miserias humanas del genefluxo fiscal de la tiranía demuestran la desesperación de Maduro y su séquito de corruptos que ven que ya no pueden ocultar el fraude.
El impresentable fiscal acusa a González de: usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, delitos informáticos, asociación para delinquir y conspiración.
Mientras el gobierno dictatorial no muestra las actas de las elecciones, simplemente porque de hacerlo quedaría demostrado el fraude.
Con total cinismo, Saab, oculta con mentiras la verdad. Las actas genuinas que muestra la oposición son parte del material documental que por ley recogen los delegados de mesa y no existe ninguna ley que no permita mostrarlas, por tanto no pueden acusar a González de ningún delito
El juego maquiavélico montado por los servicios de inteligencia cubanos
Los agentes de la inteligencia de Cuba que dominan todos los movimientos del régimen chavista, operan para avasallar a la oposición.
Un reconocido analista, cuyo nombre omitimos por su seguridad personal, dijo a ICN Diario los planes concertados entre Maduro y los agentes cubanos que son quienes preparan y conducen todos operativos de la represión, consistente en imponer la violencia en las calles, perseguir y secuestrar a los opositores y aplicar la tortura sistemática en los detenidos.
Ahora capturan a menores de edad, para infundir el terror en la familias y que por temor no salgan a las calles a protestar por el fraude electoral.
El fiscal corrupto, Tarek William Saab, es un personaje siniestro, ambiguo y retorcido que según testigos pasa horas y horas frente a un espejo admirando su cuerpo y sus músculos trabajados en un gimnasio y admite ser poeta y amante del ballet clásico, arte que cultiva en la intimidad con sus amigos.
Tarek William Saab, acata todo lo que le ordenan los servicios de inteligencia de Cuba y es un sujeto al que Maduro utiliza tanto para un barrido, como para un fregado.