La biología le juega una mala pasada el expresidente y exguerrillero tupamaro “Pepe” Mujica; ya no piensa, larga “sentencias” sin sentido y sin medir lo que ocurre en realidad.
El Frente Amplio lo utiliza y no tiene misericordia con el anciano que pretende constituirse en referente de la actualidad pero con el libreto atrasado varios años.
En las últimas horas el deterioro del personaje de 89 años es evidente y el desvarío no puede ocultarse: “Los blancos y los colorados no te ponen a una mujer arriba ni por orden del juez”, dijo Mujica y falseó la realidad. La vicepresidenta actual es una mujer, Beatriz Argimón y la Coalición Repúblicana tiene a Valeria Ripoll como candidata a la vicepresidencia.
¿Dónde está lo que reclama Mujica? El FA, en la pasada elección presentó a una mujer – Graciela Villar – y hoy tiene como candidata a vice a Carolina Cosse, con la diferencia de que a Villar, Mujica la calificó como “desastre”, aunque el octogenario asevere estar “orgulloso de haber promovido mujeres”, pero las ningunea al calificar a la informativista Blanca Rodríguez como “repuesto” de candidatura. Conviene aclarar que la exlectora de noticias de canal 10, no está “arriba” en la lista al Senado del sector de Mujica, el MPP, quedó debajo del Pacha Sánchez. Típico discurso para la tribuna del anciano.
En su estado de enajenación el veterano extupamaro, al referirse al gobierno actual expresó, “Son unos miserables” y agregó: “Este Lacalle se compró una moto de US$ 50.000, tiene dos camionetas al pedo. ¿Te das cuenta?”, añadió.
Sin embargo nunca supimos de dónde sacó Mujica el dinero para la compra de tres tractores para “su chacra”, si dijo que donaba la mayor parte del salario que percibía.
En su declaración jurada al cesar como presidente en 2015, pone valores -estimados por él- de lo que valdrían esos tractores, que no parecen ser los reales y que serían inferiores a los precios del momento.
Finalmente, en esa declaración jurada, se demuestra que no era el “presidente más pobre del mundo”, como alguna prensa militante intentó hacernos creer.