El presidente panameño, José Raúl Mulino, anunció nuevas medidas migratorias con el fin de controlar el creciente flujo de personas que ingresan ilegalmente al país a través de la peligrosa selva del Darién. En su conferencia de prensa semanal, Mulino informó que los migrantes que crucen las fronteras nacionales sin pasar por los puntos de control autorizados se enfrentarán a sanciones económicas severas.
“Toda persona que ingrese al país violando los puestos de control migratorio, ya sea por vías terrestres, aéreas o marítimas, será multada con un monto que oscila entre mil dólares y cinco mil dólares, según la gravedad de la infracción”, declaró el presidente. Las autoridades buscarán aplicar estas multas con el objetivo de frenar el tránsito irregular por esta ruta, que ha sido utilizada por migrantes de diversas nacionalidades, exponiéndose a condiciones extremas y riesgos significativos.
El presidente Mulino subrayó que aquellos migrantes que no puedan pagar la multa “no podrán salir del país”. Además, explicó que en caso de no contar con los recursos económicos para cumplir con la sanción impuesta, las autoridades procederán con la deportación inmediata del infractor. No obstante, el decreto asegura que la sanción “debe ser ajustada para que sea accesible y [los grupos migrantes] puedan pagarlo antes de abandonar el territorio nacional”.
Con estas medidas, el gobierno panameño espera fortalecer la seguridad fronteriza y promover el respeto a las leyes migratorias, en un contexto donde la región enfrenta crecientes desafíos relacionados con la migración irregular. “Nuestro deber es proteger la soberanía de nuestras fronteras y garantizar que las normas migratorias sean respetadas”, concluyó Mulino.