
El régimen de Nicolás Maduro ya ha detenido al menos 12 extranjeros; varios de países que no reconocen su “triunfo” considerado fraudulento en las elecciones del pasado 28 de julio en Venezuela.
En total son cinco colombianos (tres civiles y dos militares), tres peruanos, dos españoles y un uruguayo y un gendarme argentino que viajó a encontrarse con su pareja venezolana y su pequeño hijo y lo acusan de espía.
La dictadura se niega a brindar información y solo se limita a ignorar los reclamos de las cancillerías de esos países.
Tras haber expulsado de Caracas a embajadores y personal diplomático acreditado en Venezuela como forma de chantaje a los países que no avalan el fraude de esos comicios, Maduro intensifica la represión a extranjeros.
Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, recibieron la imposición del dictador de cerrar las representaciones diplomáticas y sus funcionarios debieron abandonar el país, a la vez que Maduro ordenó el regreso a Caracas de los diplomáticos chavistas en esos siete países.
Maduro tiene la sucursal más importante del banco estatal Bandes en Uruguay, un país con el que suspendió relaciones
El banco Bandes, entidad del Estado venezolano que tiene tan solo dos sucursales en el exterior, Bolivia y Uruguay, que mueven todo el aparato financiero del régimen en el exterior, en lo referente a pagos internacionales y negocios que ahora están en la mira de instituciones mundiales.
Mientras le niega respuestas a Uruguay sobre el paradero de un ciudadano de esa nacionalidad, Fabián Buglione, secuestrado sin motivos, cuando iba a visitar a su novia, Maduro utiliza su sucursal más importante en este país para operar desde allí en el sistema financiero internacional.
“Todos son sospechosos”, dijo un analista a ICN Diario
Para el chavismo, los extranjeros de los países que no reconocen el triunfo de Maduro, “son todos sospechosos”, explicó a ICN diario un analista venezolano, que pidió anonimato para evitar represalias y agregó que desde el Palacio de Miraflores, anuncian que para evitar supuestas acciones terroristas – que no existen- incrementarán los controles en aeropuertos y fronteras para detener a quienes vengan de los siete países expulsados.
Los controles se intensificarán desde enero de 2025 ya que el día 23 de ese mes comenzará el torneo sudamericano SUB 20 que inexplicablemente la CONMEBOL le otorgó a Venezuela, aún sabiendo la grave situación de inseguridad que allí se vive.
Entonces los aficionados de Argentina, Chile, Perú y Uruguay, países que no avalan el fraude de Maduro, estarán severamente vigilados.
Cancillerías de Argentina y Uruguay aconsejan a sus ciudadanos no viajar a Venezuela
Los dos gobiernos han emitido comunicados aconsejando a sus ciudadanos evitar viajar al país caribeño por la inseguridad y porque pueden ser víctimas de la dictadura de Nicolás Maduro que expulsó a todos los representantes diplomáticos porque estos países se han negado a avalar el fraude electoral del pasado 28 de julio.
Quienes viajen no tendrán el respaldo de sus embajadas en caso de necesitar ayuda en territorio venezolano.