Por Paco Tilla.-
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile, no tuvo consideración con el presidente del país, Gabriel Boric, que tras su visita a Uruguay, días atrás para el cambio de mando presidencial, se llevaba un trocito de carne charrúa, y estos desalmados del SAG, se lo quitaron y el mandatario se quedó sin el asadito que ya se relamía iba a comer.
Comentan las malas lenguas (sin confirmar) que desde el avión, don Boric se comunicó con el jefe de cocina de La Moneda, para que preparara la parrilla para asar la carne uruguaya, que tanto le gusta, pero se quedó sin nada.
La información periodística dice que a Boric le gustó mucho el asado que comieron en Uruguay, particularmente un entrecot que en Chile no se consigue. Así que el presidente chileno preguntó por el corte y el chef urugauayo se lo regaló envasado al vacío. Boric declaró la carne en el avión presidencial y cuando aterrizó en Santiago lo esperaban los funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile para pedirle que la entregara porque estaba prohibido.
También sin confirmar, se dice que allegados al presidente chileno le habrían recomendado que la próxima vez se traiga una vaca uruguaya en pie, pero que antes de embarcarla, saque los permisos sanitarios que exige el SAG.