Un ambiente de tensión y confrontación se vivió este fin de semana en la ciudad de Los Ángeles, tras una serie de redadas migratorias ejecutadas por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), que culminaron con enfrentamientos entre agentes federales y manifestantes.
Las operaciones resultaron en 118 personas detenidas, entre ellas cinco presuntos miembros de pandillas y migrantes con antecedentes penales que incluyen tráfico de drogas, agresión, crueldad hacia menores, violencia doméstica, robo y tráfico de personas, según un comunicado oficial de ICE.
Las detenciones provocaron manifestaciones en distintas zonas de la ciudad, algunas de las cuales fueron dispersadas con gases lacrimógenos y equipo antidisturbios, dejando escenas de caos y represión. El director interino de ICE, Todd Lyons, calificó los hechos como un “ataque violento” contra agentes federales y responsabilizó a las autoridades locales por su lenta respuesta.
“Nuestros oficiales se vieron ampliamente superados en número, ya que más de 1,000 alborotadores rodearon y atacaron un edificio federal. El Departamento de Policía de Los Ángeles tardó más de dos horas en responder”, declaró Lyons, quien además acusó a la alcaldesa Karen Bass de “ponerse del lado del caos”.
El funcionario reiteró que ICE seguirá aplicando las leyes migratorias, advirtiendo que aquellos que agredan a agentes federales “rendirán cuentas ante la justicia”.
México reacciona: “Preocupación profunda”
En respuesta a los operativos y su impacto en comunidades mexicanas, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) del Gobierno de México expresó su “profunda preocupación” por las redadas llevadas a cabo en Los Ángeles y otras ciudades estadounidenses.
En un comunicado, el Gobierno mexicano reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos humanos de sus connacionales, sin importar su situación migratoria, y llamó a las autoridades estadounidenses a garantizar el debido proceso y el respeto a la dignidad humana.
“México continuará utilizando todos los canales diplomáticos y legales disponibles para expresar su inconformidad con prácticas que criminalizan la migración y ponen en riesgo la seguridad y bienestar de nuestras comunidades en los Estados Unidos”, afirmó la SRE.
Un debate polarizado
Mientras sectores pro-migrantes acusan a ICE de actuar con violencia y de alimentar una política migratoria deshumanizante, las autoridades federales estadounidenses aseguran que sus acciones se enfocan exclusivamente en detener a extranjeros con antecedentes criminales.
según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) el ICE ha arrestado a 2.000 extranjeros por día esta semana y estos activistas violentos no disuadirán las operaciones de cumplimiento de la ley.
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