Según nos cuenta desde algún lugar de Venezuela un reconocido analista, perseguido por el régimen y cuyo nombre omitiremos por razones obvias, a Diosdado Cabello, ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz del chavismo, le encanta crear intrigas que en realidad no son tales y con sus “asesores” foráneos, inventa surrealistas situaciones que caen por su propio peso.
Ahora imagina un supuesto complot para captar militares leales a la dictadura, de una foma descabellada y ridícula al denunciar que la esposa de un acólito “recibió una llamada de una persona con acento gringo” en un supuesto intento de hacerles cambiar de bando.
Parece que ahora los yanquis, que en un operativo sin precedentes rescataron -en sus propias narices y sin que la inteligencia chavista lo notara- a los opositores refugiados en la embajada, están hoy intentando convencer a las mujeres de los militares y las llaman por teléfono y para que no queden dudas lo hacen con “acento gringo”.
“Yo hablaba con el almirante de la ZODI-La Guaira y me informó que su esposa recibió una llamada de una persona con acento gringo ofreciéndole garantías a ella y su familia para que convenciera a su esposo”, relató Cabello.
El vocero chavista resaltó la reacción de la esposa del vicealmirante. “No calcularon bien y no conocen a la mujer venezolana, que como buena venezolana mandó a ese señor de acento gringo bien lejos”. Cabello atribuyó estas maniobras a la “ultraderecha” y al “imperialismo”, que, según él, buscan quebrantar la unidad y lealtad de la Fanb, aunque aseguró que la institución permanece firme.
Una operación de “falsa bandera”
La realidad en muy distinta a lo que cuenta Cabello. Según nuestro informante, las llamadas existieron pero fueron comunicaciones hechas por agentes del chavismo, para intentar crear la historia falsa de que EEUU estaba detrás de esos llamados telefónicos.
“La mujer de un militar del régimen, recibe una llamada sospechosa donde le ofrecen cambiar de bando, desde luego que no va a aceptarla, sabiendo las constantes purgas y control del gobierno buscando disidentes”, explica el analista y agrega “de aceptar la propuesta a los 10 minutos le caen en la casa 40 uniformados, agentes del Sebin armados a guerra y se llevan detenido hasta el perro y los vecinos por las dudas”, concluyó.