Las redes de tráfico de personas, que lucran con la desesperación de los inmigrantes cubanos, dominicanos y venezolanos que salen de sus países en busca de una vida digna son generalmente engañados por inescrupulosos que solo buscan hacer su negocio.
Un artículo del diario El País de Uruguay: “Nuevos orientales, entre el paraíso y el infierno”, desnuda la cruda realidad de la vida de estos inmigrantes que piensan que llegaron a Montevideo, la nueva Miami sudamericana. Nada de esto es real.
El influyente periódico uruguayo dice en el subtítulo del artículo: “Inmigrar a nuestro país de forma irregular puede ser una pesadilla. Cubanos y dominicanos arriesgan su vida al entrar por la frontera y, una vez dentro, pasan meses hasta que obtienen la cédula y pueden trabajar. Organizados y junto a activistas, le exigen al Estado que reaccione”.
El País entrevistó al cubano Edy Rodríguez, que al relatar su odisea, hizo esfuerzos para no llorar: “El boca a boca en Cuba asegura que Montevideo es la nueva Miami. Integrantes de la misma red que les cobran un mínimo de US$ 400 para guiarlos hacia el sur, les dicen que en este país se vive como reyes y en un solo año harán más dinero que en toda su vida en la isla. Nadie les advierte que sin visa deberán esperar hasta seis meses por la cédula (de identidad). Muchos vienen sin saber siquiera que tenemos cuatro estaciones. Cargan lo que cabe en una mochila y unos pocos dólares que se les escurren pagando pensiones con pisos agujereados por donde se ven pasar ratones”, cuenta.
Varios extranjeros narran los engaños que sufrieron por parte de las mafias que les aseguraron una vida mejor en territorio uruguayo. Un país donde muchos ciudadanos nativos tienen dificultades para conseguir trabajo.
Otro tema es el invierno. Muchos cubanos acostumbrados al calor llegaron y se encontraron con el insoportable frío invernal de Uruguay; otra prueba de que no habían llegado a la “Miami sudamericana”.
Pero también los inmigrantes exigen a las autoridades del país que eligieron para vivir, en este caso Uruguay.
Los dominicanos piden que se elimine la visa impuesta en 2014 ya que perjudica la reunificación familiar, aseguran mientras cientos de migrantes llegan a Uruguay y la pregunta es saber si realmente este país está preparado para recibir a tantas personas desde el exterior que van a radicarse.
La inseguridad
La inseguridad pública es otro tema que preocupa a las autoridades. En lo que va del año 2018 han ocurrido 132 homicidios en todo el país, hasta el 21 de abril. El ministro del Interior de Uruguay, dijo en una interpelación en el Senado que “del total de homicidios cometidos entre el 2012 y 2018, motivados por el conflicto entre criminales pasó a ser de un 29% en 2012 a un 45% en 2017. Mientras que en el primer trimestre de 2018, el 58% de los homicidios están relacionados con el conflicto entre delincuentes”.
El líder opositor, Senador Jorge Larrañaga de Alianza Nacional de Uruguay, declaró: ‘Los delincuentes tienen a la sociedad uruguaya al borde del knockout, nos están ganando’. En un artículo de opinión, Larrañaga sostiene: “300 homicidios por año. Un enorme aumento de los femicidios. ¿Cuándo nos hubiéramos imaginado un país con 20.000 rapiñas entre las consumadas y las tentativas?, ¿cuándo se hubiera pensado que en el interior del país se verían como nunca antes, ajustes de cuentas o un incremento de las rapiñas? y ¿cuándo se hubiera creído que en nuestro país existieran sicarios, barrios tomados por el narcotráfico dejando a miles de compatriotas honestos y trabajadores rehenes de estos delincuentes? Repito, porque a veces es necesario reiterar: hay barrios de Uruguay tomados por los narcos, hay sicarios y hay guerra entre bandas”.
Larrañaga agregó en referencia al gobierno: “No es admisible que permanentemente echen culpas hacia afuera. Han responsabilizado del aumento de delitos: al neoliberalismo, al capitalismo, al consumismo, a los 90, al 2002, y hasta han osado responsabilizar a la víctimas (civiles y policías), pero nunca han hecho ni la menor autocrítica. No se les ha ocurrido admitir que falla la política de seguridad, que no es suficiente lo que se está haciendo. Perdón, no quiero olvidarme de las iniciativas del gobierno…aparentemente ahora van a salir con escopetas con balas de goma…”
Los refugiados siguen llegando a Uruguay
A la lista de 42 refugiados sirios, seis ex reclusos de Guantánamo y 69 colombianos, se agregan 16 ciudadanos salvadoreños, más dos que ya han recibido asilo en Uruguay.
La situación de los salvadoreños es alarmante; según consigna el diario El País de Montevideo, vienen huyendo del peligro de las maras (pandillas criminales), la guerra de las drogas, las ejecuciones extrajudiciales de los paramilitares y la casi epidemia de femicidios.
Cada una de estas familias recibió una casa del Ministerio de Vivienda de Uruguay —en principio por un máximo de dos años— y un sustento de Naciones Unidas (Acnur), para hacer frente al desafío de reconstruir sus vidas de la nada, pero el país que les recibe, asume una responsabilidad proactiva en el cuidado de las personas a las que da protección.
A esto se agrega una oleada de inmigrantes que llegaron a Uruguay en forma masiva, venezolanos, dominicanos y cubanos, que se suman a las colectividades de argentinos y brasileños, entre otras nacionalidades.
El Estado uruguayo, también subsidia a los reclusos de Guantánamo y a las familias sirias, muchas de las cuales exigen más ayudas al gobierno izquierdista de Tabaré Vázquez.
Las diferencias del gobierno con las familias sirias
El problema de las familias de refugiados sirios que llegaron a Uruguay llevadas por decisión del expresidente Mujica en 2014 durante su mandato, le trajo al gobierno nuevas complicaciones en abril de 2017
Una familia siria que fue instalada en el departamento de Salto desde hace tres años a través del programa de Reasentamiento de Personas Sirias en Uruguay, fue a la Presidencia de la República para exigir “una mejor subvención financiera e irse del país”. Meses atrás explicaron que “aunque nuestro país esté en guerra, allá se vive mejor que en Uruguay, acá es todo caro y no cumplieron con nosotros”.
No es la primera vez que se reciben las quejas de esta familia cuyos miembros han declarado a los medios conceptos tales como: “en guerra vivíamos mejor” o “ahora estamos mucho peor que antes”.
El sueño truncado de los dominicanos
El diario uruguayo El Observador, revela en un artículo: “Dominicanos vinieron en busca de un sueño y terminaron en un asentamiento” en el barrio precario La Quinta, donde en un principio vivían unas 19 familias provenientes de República Dominicana que arribaron a Uruguay en busca de una prosperidad que nunca llegó.
Llegaron allí luego de que sus habitantes, en su mayoría dominicanos, fueran desalojados por orden judicial de un predio ubicado en la zona de Parque Guaraní de Montevideo.
No hay trabajo hay muchos.migrantes viviendo en plazas han sido robados sin trabajo y sin dinero está muy difícil la situación en Uruguay
El Pais es un diario de oposicion,su campaña contra el gobierno y denigracion de la situacion del pais roza lo ridiculo,aca no es el paraiso,pero no es como lo pinta este medio,conozco muchos inmigrantes muy conformes que salieron adelante y estan conformes.Uruguay no es Miami pero mucho menos es lo que proclama El Pais,no da para tomarlo en serio.
Hay gente que no sabe de lo que habla. Uruguay es un pais muy pequeño no puede recibir más inmigrantes.
Mucho cuidado con el tema de la reunificación familiar. Miren lo que pasó con los centro americanos refugiados en España. Entreverados llegaron miembros de las pandillas de las MARAS. Hoy formaron bandas y soy un foco de delincuencia.
Recomiendo leer esta nota sobre el INAU que no cumple en cuidar de los menores abandonados: https://www.elpais.com.uy/que-pasa/ninos-inau-cuida.html. No cuidan a nuestros niños pero recibimos y damos beneficios a otros.
A ver: ¿dónde está el paraiso cubano que tanto pregonan? Por qué los ciudadanos de Cuba escapan de la isla?
Acabo de leer el artículo del diario El País y estoy más confundido que antes. Una abogada mexicana que vive en Uruguay, y dirige un centro de derechos en nuestro país, pretende decirnos a los uruguayos como hacer para recibir a más inmigrantes. Un momento; la solidaridad es muy buena, pero tiene sus límites. Somos los uruguayos los que pagamos las tarjetas del Mides y las casas para los refugiados sirios, salvadoreños, colombianos, exreclusos de Guantánamo, etc. más apoyos económicos del Estado. Yo tengo problemas para llegar a fin de mes con lo que gano y nadie me ayuda a pagar el alquiler y la comida de mis hijos y los impuestos.
Perdónenme, pero que los extranjeros vengan a decirme que hacer en mi país, me parece una falta de respeto.
No hay trabajo para los uruguayos y siguen llegando extranjeros la solidaridad tiene límites.
Esta gente desesperada tarde comprende que no llegó al paraiso. Basta recordar al venezolano que salió huyendo de su país por la inseguridad y terminó baleado por un delincuente uruguayo en un supermercado. Tiene una grave lesión de por vida.
Comments are closed.