El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea- UE, Josep Borrell ha asegurado que la reciente jornada electoral realizada en Nicaragua este domingo carece de legitimidad, ya que, el gobierno encabezado por Daniel Ortega se ha encargado de encarcelar de forma sistemática a todo opositor al régimen, al tiempo de incurrir en el hostigamiento y la intimidación de precandidatos presidenciales.
“Las elecciones celebradas en Nicaragua el 7 de noviembre se han llevado a cabo sin garantías democráticas y sus resultados carecen de legitimidad. Daniel Ortega ha eliminado toda competencia electoral creíble, privando al pueblo nicaragüense de su derecho a elegir libremente a sus representantes”, ha dicho.
Las declaraciones las ha realizado el representante de la diplomacia de la UE luego de que el actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, haya sido reelegido para un quinto mandato de cinco años y cuarto consecutivo con el 74,99 % de las preferencias ciudadanas, en una jornada electoral marcada por el hermetismo propiciado por la dictadura de Ortega.
En este sentido la Unión Europea ha expresado que todo el proceso electoral ha estado manchado por la intervención sistémica de Ortega y las instituciones a fines con el régimen, incurriendo en contantes violaciones a los Derechos Humanos, el Estado de Derecho, al tiempo de que los ciudadanos han sido privados de su libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.
“El Gobierno de Nicaragua no solo ha privado al pueblo de Nicaragua del derecho civil y político al voto en unas elecciones creíbles, inclusivas, justas y transparentes, sino que también ha incumplido sus propios compromisos en materia de derechos humanos y libertades fundamentales en virtud de la Constitución de Nicaragua”, ha expresado.
Por último el bloque europeo ha instado a las autoridades nicaragüenses a poner fin a la represión y restablecer el pleno respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos civiles y políticos. A su vez, ha hecho un llamado a Daniel Ortega para que devuelva la soberanía de Nicaragua al pueblo nicaragüense, quienes son sus legítimos dueños.
El comunicado oficial de la UE
Las elecciones que han tenido lugar en Nicaragua el 7 de noviembre se han celebrado sin garantías democráticas y sus resultados carecen de legitimidad. Daniel Ortega ha eliminado toda competencia electoral creíble, privando al pueblo nicaragüense de su derecho a elegir libremente a sus representantes. La integridad del proceso electoral quedó anulada por el encarcelamiento, el acoso y la intimidación sistemáticos de precandidatos presidenciales, dirigentes de la oposición, líderes estudiantiles y rurales, periodistas, defensores de los derechos humanos y representantes de empresas.
El Gobierno nicaragüense no solo ha privado al pueblo de Nicaragua del derecho civil y político a votar en unas elecciones creíbles, inclusivas, justas y transparentes, sino que tampoco ha cumplido sus propios compromisos en materia de derechos humanos y libertades fundamentales con arreglo a la Constitución de Nicaragua, la Carta Democrática Interamericana y los pactos internacionales de los que el país es parte. Además, el pueblo nicaragüense se ha visto privado de su libertad de expresión, asociación y reunión pacífica. Las voces disidentes son silenciadas, decenas de organizaciones de la sociedad civil han sido ilegalizadas y la represión estatal no cesa.
A raíz de las protestas sociales que estallaron en la primavera de 2018, el Gobierno nicaragüense ha empleado la violencia contra su propia población, ocasionando muertes, desapariciones forzosas, encarcelamientos, maltratos y exilios en masa y convirtiendo el país en una república del miedo. Las elecciones del 7 de noviembre completan la transformación de Nicaragua en un régimen autocrático.
La Unión Europea ha pedido reiteradamente que se respeten los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho, y seguirá haciéndolo. La Unión Europea reafirma asimismo su compromiso de seguir apoyando el desarrollo económico y social de los sectores más vulnerables de la sociedad nicaragüense.
Las autoridades nicaragüenses deben poner fin a la represión y restablecer el pleno respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos civiles y políticos. Debe autorizarse el regreso a Nicaragua de los organismos internacionales de defensa de los derechos humanos, como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Por encima de todo, la Unión Europea pide la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos y la anulación de los procedimientos judiciales abiertos contra ellos.
La Unión Europea ha evitado cuidadosamente cualquier medida que pudiera agravar las dificultades del pueblo nicaragüense y se ha dirigido sistemáticamente solo a los responsables de los sucesos antidemocráticos en Nicaragua. Con este mismo espíritu, estudiaremos todos los instrumentos a nuestro alcance para adoptar medidas adicionales, incluidas aquellas que puedan ir más allá de las restricciones individuales.
Por último, pedimos a Daniel Ortega que devuelva la soberanía de Nicaragua al pueblo nicaragüense, que es su titular legítimo.