Un Policía Nacional de Zaragoza, España, irá a juicio por la presunta agresión a un joven de 22 años que, según el agente, intentó que dos niñas menores de edad (7 años) se fueran con él a un lavabo en la playa de Salou.
Según dio a conocer el periódico Heraldo de Aragón, los hechos sucedieron en la playa de Llevant de Salou, durante el pasado mes de agosto. El policía estaba de vacaciones junto a su familia, entre ellos una hija de 7 años. Esta niña se encontraba jugando con una amiga y, en un momento, se dieron cuenta de que un joven se iba acercando poco a poco a ellas. Tenía una “actitud vigilante y nerviosa”, según el policía y la gente que le acompañaba.
Las familias que estaban allí, siempre según Heraldo, llegaron a pensar que se trataba del padre de alguno de los niños que jugaban cerca, pero no era así. Al ver que se acercó a hablar con las niñas, se acercaron para comprobar qué sucedía y el hombre salió corriendo.
El policía preguntó a las menores- una de ellas su hija- qué quería el joven, y las niñas le respondieron: “Que si íbamos al lavabo con él”. El agente, que no estaba de servicio, salió tras él y lo retuvo. El joven denunció al agente de policía por lesiones que se habrían producido durante la persecución, ya que tendría “dos marcas rojas en la espalda, una erosión en la zona izquierda del cuello y los brazos rojos”.
El hombre de 22 años, domiciliado en Madrid, señaló que estaba bañándose, que saludó a las niñas “de forma cordial y simpática”, que les preguntó la edad y que siguió nadando, hasta que “un señor (el policía) se metió en el agua” y lo sacó “a la fuerza”.
Lo insólito y que ha causado la indignación en la comunidad es que el policía será juzgado por un delito de lesiones leves, mientras que la causa abierta contra el presunto pedófilo se ha archivado.
El periodista e investigador Iker Jiménez, defiende al policía
Según informa OK Diario, el próximo día 17 de noviembre el agente y el presunto pedófilo tendrán que acudir al juzgado por la denuncia que impuso el joven contra el policía por las supuestas lesiones leves que le produjo cuando lo detuvo después de intentar llevarse al baño a dos niñas, según ha publicado el Heraldo. El periodista Iker Jiménez ha tirado de ironía para criticar el caso: «¡Que lo metan en la cárcel por abuso de autoridad! ¿Hacer su trabajo e impedir el mal? ¿A quién se le ocurre semejante desfachatez? ¡A la trena!».
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