El gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos han acordado dejar sin efecto parte de la Ley de Amnistía de 1977 al declarar dentro de la Ley de Memoria Democrática que los crímenes de lesa humanidad, genocidio y tortura que se cometieron durante el franquismo no gocen del amparo de la normativa de amnistía promulgada en 1997.
Sobre esto, ni el PSOE ni Podemos, aclaran si se dará satisfacción a las víctimas extranjeras de la salvaje represión del gobierno republicano, donde entre otros hay casos que no se pueden obviar, como el de dos ciudadanas uruguayas Dolores y Consuelo Aguiar-Mella Díaz, hermanas de Teófilo Aguiar-Mella, vicecónsul honorario de Uruguay. Fueron violadas y asesinadas por la milicia comunista, lo que supuso la ruptura de relaciones diplomáticas del Uruguay con España en 1936. Esto les valió su inclusión dentro del martirologio católico del siglo XXI.
Los hechos
Proclamada la República el 14 de abril de 1931, sus repercusiones fueron muy grandes en Madrid, capital de la nación, y su signo antirreligioso se puso pronto de manifiesto en revueltas callejeras, quema de iglesias y conventos, dispersión temporal de las comunidades religiosas y toda clase de atropellos.
Ambas jóvenes mantuvieron una postura serena y tranquila ante aquella situación confusa y antirreligiosa, mostrando una posición firme y decidida en defensa de su fe y de sus principios cristianos.
Desde el comienzo, Dolores fue punto de mira de los milicianos comunistas por su fe y adhesión a las religiosas. Intentaron detenerla el 12 de setiembre cuando se presentaron preguntando por ella y no la encontraron. Pero lo hicieron el sábado siguiente, 19 de setiembre de 1936.
En declaración firmada en Montevideo, Valentina Serrano, viuda de Teófilo Aguiar-Mella, que fue quien encontró los cadáveres, dijo: “Viviendo en Madrid, durante la guerra civil en el año 1936, unos milicianos detuvieron a una hermana de mi marido, llamada Dolores, que vivía con las religiosas Escolapias… Mi esposo, que era vice-cónsul honorario del Uruguay, hizo todas las gestiones para encontrarla. A Dolores se la habían llevado detenida a las 9 de la mañana en el momento que cruzaba la calle para llevar a otro grupo de hermanas, la leche que necesitaban. Al mediodía, llegó un miliciano con un papel escrito por Dolores, en el que pedía que fuera María de la Yglesia, superiora de las Escolapias, acompañada de otra persona, para declarar.
En aquellos momentos, María de la Yglesia vivía en la calle Evaristo San Miguel con varias religiosas. Hacia allí se dirigió mi cuñada, Consuelo, diciéndole que por tener documentación uruguaya se sentirían más seguras.” El 20 de setiembre Valentina Serrano encontró los cadáveres de sus cuñadas Dolores y Consuelo y de María de la Yglesia, en el depósito municipal de difuntos. La detención y muerte de Dolores y Consuelo tuvo amplio eco en la radio y en la prensa española y de todo el mundo, sobre todo en Uruguay. El hecho causó la ruptura de relaciones diplomáticas de Uruguay con España. Todos lo calificaron de verdadero martirio. (extractado de “Entre Todos”, n. 1).
El diario El País de Montevideo cuenta que la mañana del sábado 19 de setiembre de 1936, Dolores salió a comprar leche. Vivía con ocho monjas escolapias, que se habían refugiado de la persecución republicana en un apartamento a una cuadra de la Puerta del Sol, Madrid. De regreso, fue interceptada por cinco milicianos que se la llevaron, pese a que ella traía brazalete diplomático de Uruguay.
Informaba también que su hermano Teófilo las buscaba sin éxito. Al otro día, encontraron los cuerpos en la morgue del depósito municipal.
La dos hermanas tenían el rostro desfigurado y las reconocieron por los vestidos y el brazalete diplomático.
ESCÁNDALO: “Fusilaron en Madrid a distinguidas compatriotas, las Señoritas Aguiar”. Así tituló El País su crónica sobre el tema, el 23 de setiembre de 1936. El texto aseguraba que los milicianos que secuestraron a Dolores “disponían de dos automóviles con los emblemas de la Federación Anarquista Internacional”. El diario El Mundo de Puerto Rico dijo que los captores vestían “overall y lucían pañuelos rojos atados al cuello”. Y señaló que un miliciano le confesó a Teófilo que sus hermanas “fueron llevadas de `paseo`, lo que bajo la situación reinante en Madrid implica que fueron ejecutadas”.
Uruguay rompe relaciones diplomáticas con España
En protesta por el doble asesinato, el gobierno uruguayo rompió relaciones con la República Española, situación que se prolongó durante la Guerra Civil.
Violadas y asesinadas por las milicias republicanas

El escritor e historiador español César Vidal cuenta este caso en su libro, Las checas de Madrid (Planeta, 2007) donde relata que la violencia del Frente Popular contra los diplomáticos que intentaban paliar los efectos del terror revistió características especialmente repugnantes. Tal fue el caso de la descargada sobre la legación de Uruguay en Madrid y secuestro de las hermanas del vicecónsul junto a la madre superiora de las Escolapias. Los milicianos procedieron tras el rapto de las jóvenes a violarlas y asesinarlas. Vidal refiere que el triple asesinato acompañado de violación era una obvia advertencia del Frente Popular, que prohibió enviar despachos a los corresponsales extranjeros narrando lo sucedido. La respuesta, plenamente justificada, de Uruguay consistió en romper relaciones diplomáticas con la España del Frente Popular.