Robo: Daniel Ortega le quitó la sede a la embajada de Taiwán que era para la Iglesia Católica y se la dio a China

Taipéi reaccionó casi de inmediato a la entrega y la calificó de “ocupación ilegal”, según un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla. El domingo se conoció que Taiwán donaría su antigua sede diplomática a la Iglesia Católica. Los informes del estatal Banco Central de Nicaragua indican que solo en 2020, Taiwán donó al país centroamericano 28 millones de dólares, convirtiéndose en el principal donante bilateral

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Daniel Ortega (Foto ONU)

El gobierno de Daniel Ortega entregó la que era la sede diplomática de Taiwán en Managua a la República Popular China, su nuevo aliado, informaron las autoridades el domingo.

Taipéi reaccionó casi de inmediato a la entrega y la calificó de “ocupación ilegal”, según un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla.

El domingo se conoció que Taiwán donaría su antigua sede diplomática a la Iglesia Católica, crítica a Ortega.

El gobierno de Nicaragua rompió relaciones con Taiwán a comienzos de mes, en momentos en que China ejerce una fuerte presión por la soberanía de la isla. El canciller nicaragüense, Denis Moncada, dijo a mediados de mes, en rueda de prensa, que “la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China”.

Horas después, el 10 de diciembre, Nicaragua restableció relaciones diplomáticas con China.

Al otorgar la sede diplomática, el gobierno de Managua señaló que el reconocimiento de China y el restablecimiento de relaciones “implica el inmediato registro de todos los bienes inmuebles, equipos y medios a favor” del gigante asiático.

Taiwán denuncia “ocupación ilegal de su propiedad”

El gobierno de Taiwán respondió este lunes que es “una nación democrática, soberana e independiente que no está subordinada a la República Popular China” y protestó por la “ocupación ilegal de su propiedad”, a través de un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

“De conformidad con el derecho internacional y el artículo 45 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, tras la terminación de las relaciones diplomáticas entre Taiwán y Nicaragua el 10 de diciembre de 2021, el gobierno de Nicaragua está obligado a proteger las instalaciones de Taiwán, junto con su propiedad y archivos. El gobierno de Taiwán no puede aceptar y protesta enérgicamente por la ocupación ilegal de su propiedad y su transferencia ilegal a la República Popular China”.

Taiwán también protestó porque Nicaragua les otorgó a los diplomáticos un plazo de dos semanas para salir del país, “lo que no es acorde con la práctica internacional y desconoce las disposiciones del derecho internacional”.

Ante “difíciles circunstancias y limitaciones de tiempo extremas, la Embajada de la Taiwán, debidamente responsable del manejo de la propiedad en el extranjero, vendió simbólicamente sus oficinas a la Arquidiócesis Católica Romana de Managua con el propósito de servir al interés público”.

El acuerdo de transacción, según el comunicado de Taiwán, fue firmado por las dos partes el 22 de diciembre y notariado por abogados locales.

“La Iglesia Católica se comprometió a mantener y utilizar adecuadamente las instalaciones de la antigua embajada”, dijo Taiwán.

Sin embargo, el gobierno de Nicaragua invalidó dicha transacción y amenazó con procesar judicialmente a quienes reclamen la propiedad otorgada a China.

La diplomacia de Taiwán señaló a “la represión conjunta del Taiwán democrático y la Iglesia Católica por parte del régimen dictatorial del presidente Ortega y el gobierno totalitario de China”, y subrayó que “el régimen del Partido Comunista de China no tiene derecho a interferir en Asuntos exteriores de Taiwán o heredar la propiedad estatal de Taiwán”.

Además instó a la comunidad internacional a condenar conjuntamente las “acciones malévolas de los gobiernos de Nicaragua y China”, y solicitó “que todos los sectores ayuden a la Iglesia Católica en Nicaragua a luchar por sus derechos debidos para que la propiedad de la antigua embajada pueda ser registrada y transferida” a la entidad religiosa.

¿Por qué Daniel Ortega tomó la decisión?

Desde que Daniel Ortega regresó al poder en 2007 las relaciones de su Gobierno con Taiwán fueron fructíferas, según explican analistas consultados por la Voz de América. Los informes del estatal Banco Central de Nicaragua indican que solo en 2020, Taiwán donó al país centroamericano 28 millones de dólares, convirtiéndose en el principal donante bilateral.

“Mal paga el diablo a quien bien le sirve. Realmente uno de los soportes financieros del régimen fue Taiwán durante los últimos 36 meses. Esta es la respuesta que le da el régimen a quien le tendió la mano durante mucho tiempo, incluso ayudándole a la Policía Nacional”, dijo a la VOA el exdiputado nicaragüense y analista político Eliseo Núñez.

De igual forma, el exdiplomático costarricense y analista político Ricardo Lizano considera que los intereses del Gobierno de Daniel Ortega con las relaciones diplomáticas que mantenía con Taiwán, siempre fueron de orden económico.

“Pareciera un acto de descortesía o de descaro haberse aprovechado de las relaciones con Taiwán para obtener cuantiosas sumas de dinero”, expresó Lizano a la VOA.

Núñez sostiene que la decisión de Ortega de poner fin a su relación con Taiwán es en respuesta a la postura de la isla frente a las cuestionadas elecciones del 7 de noviembre, en las que él y Murillo fueron declarados ganadores por el Consejo Supremo Electoral. “Ortega le pidió a Taiwán que reconociera las elecciones y no lo hizo”, dijo Núñez.

Justamente porque la mayoría de los países de América y Europa desconocen los resultados electorales en Nicaragua, es lo que lleva a pensar a Ricardo Lizano que el restablecimiento de relaciones diplomáticas con China tiene un propósito específico.

“Parece una demostración oportuna para romper de alguna manera el aislamiento internacional en que está sometida Nicaragua por su gobierno dictatorial”, expresó.