Hablé en dicha nota acerca de un grupo de hombres que en esta parte del mundo, se reunían en la falda de un cerro, entorno a una hoguera, para durante las noches, y en determinadas épocas del año, realizar rituales celtas, desempolvando, para desarrollar, antiquísimas ceremonias que de alguna manera los conectaban con los ancestros, reviviendo la figura del druida y su relación con el Círculo Sagrado.
Hablé de las bondades de dicho paraje, de sus cerros y las playas, y sobre todo de la energía que emana del lugar.
El tiempo ha ido transcurriendo y hoy vuelvo a sentarme ante la computadora para realizar algunas reflexiones en casi el mismo sentido, es decir, refiriéndome a ideas que de alguna u otra manera, involucran a Heliópolis y su fundador, Don Francisco PIRIA (de ahí la denominación de Piriápolis), las cuales deseo compartir con ustedes.
Si buscan en internet o si leen algunos libros al respecto, de los que se han escrito en gran cantidad, podrán saber que don Francisco era Masón y era Alquimista y que entre otras mil y una cosa de las que realizó en su vida, generó una leyenda que ha provocado desde hace decenas de años, que mucha gente se refiera a ella, escriba, discuta, elucubre, genere teorías y en no pocos casos, hable tonterías.
Sentados a la mesa y con alguna copa de vino mediante, mientras afuera la copiosa lluvia golpeaba persistente los vidrios de las ventanas de *Mamaroca*, produciendo un chasquido monótono, los tres cambiábamos ideas respecto a la ruta que debíamos seguir, qué cosas llevar, qué día y a qué hora salir y desde dónde.
Sobre la mesa un viejo plano de los que se venden en las estaciones de servicio de ANCAP, con varias anotaciones, y en lápiz resaltador, las probables rutas; a un costado un cuaderno incontables veces rayado, conteniendo citas, apuntes para el viaje y un dibujo hecho por mí, cien veces remarcado, el contorno del mapa de Uruguay y un triángulo superpuesto, donde se visualizaban los tres puntos indicados por Piria, Montevideo-Rivera-Piriápolis, como expresando en la reincidencia del constante rayado, y desde mi corazón, que el viaje se haría, si o si y contra cualquier pronóstico.
El 18 de julio, día de la Jura de la Constitución del Uruguay y por ende, fecha por demás trascendental, nos reunimos Mario Alfonso, Gabriel Piria y yo, en la fuente de mármol ubicada en la plaza de la Constitución, o mejor conocida como Matriz, por la catedral metropolitana que se erige en frente y desde allí, punto determinado por Francisco Piria, emprendimos el viaje esperado, con la finalidad de trazar a través de la praxis, el mítico Triángulo.
Fueron muchos días de labor intensa, de fotografías de registro, de apuntes incesantes y al detalle, grabaciones y visitas a determinados puntos previamente establecidos unos, y ubicados fortuitamente otros, que fueron echando luz sobre un elemento que hasta nosotros, hombres libres avenidos en trazadores, tal cual acordamos en llamarnos, hasta nuestro trabajo de campo, sólo consistía en una idea, en un elemento alojado primero en Francisco, y después en un sinfín de desconocidos o no tanto, que en algún momento de sus vidas, tocaron de manera más o menos profunda, el tema del Triángulo en cuestión y que hoy, los tres plasmamos e hicimos realidad, pisando la tierra, transitando las veredas, oliendo los parajes, tocando la piedra.
El Triángulo fue delimitado con un propósito dado, por un estudioso del tema y hasta hoy, si bien mucho se había dicho, nada se había hecho, y es por ello que poniendo manos a la obra, unimos los tres puntos delineando el perímetro, indicando y abriendo una ruta, un camino del Triángulo que bien puede ser de acá hacia el futuro, un camino de peregrinación, a través del cual los hombres y las mujeres, de cualquier parte del planeta, tantas veces cuasi vacíos, agobiados, desarmonizados o con necesidad de revitalizar sus energías de vida interior, dejando de lado computadoras y celulares, oficinas, urbanización, encierro y bullicio, se dispongan a andar el Camino del Triángulo, buscando en dicho periplo conocer y reconocer al maestro que le habita, encontrándose consigo mismo y ser uno en el paisaje hermoso y de gran energía de nuestro suelo; abriendo en el periplo, las ventanas del alma, a fin de airear ese templo interior, tantas veces oscuro y húmedo que nos distorsiona la vida.
Hay mucho por decir y por hacer; Mario, Gabriel y yo, abrimos una brecha importante en el muro de la quietud de las ideas , abrimos la puerta a lo que con certeza se viene, y así como un día Godascalco de Puy se transformó en el primer peregrino registrado del Camino iniciático a Santiago de Compostela, nosotros tres, en el año de 2014, recorrimos casi dos mil kilómetros de caminos y rutas, de localidades, pueblos y ciudades, delineando por vez primera, la mítica forma, registrando, anotando, estableciendo sitios, midiendo energías, y dando consistencia a una idea.
Recordemos que el triángulo constituye una forma geométrica de gran fuerza energética, representativo de la mítica tríada de cielo, tierra, hombre, o padre, madre e hijo, o representativo también de la esencia del hombre como ser vivo en cuerpo, alma y espíritu.
El triángulo tal cual fue concebido, con su ápice hacia arriba, es símbolo de la vida, el calor y la purificación por obra del fuego.
A la puerta se le ha quitado el cerrojo, sólo hace falta ser abierta para trasponer el recinto; del otro lado aguarda un mundo igual pero distinto para el que esté dispuesto a convertirse en un trazador del camino del Triángulo de Piria.
Estoy interesada en este tema, me gustari tener mas información y si se organiza algun grupo de investigación , recorridas o divulgacion , me gustaria participar.
Hola buenas en donde puedo encontrar mas información sobre este triangulo. Y que importancia tiene para nosotros y en un futuro? Me gusta informarme y dese chico me gusta este tipo de temas en relación a lo mítico y lo superior
Donde encuentro más información de vuestras conclusiones del viaje ?
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