La gala de la entrega de los Premios Forqué fue este lunes una gran fiesta del cine español, pero, tal vez, el señor Enrique Cerezo- presidente de la asociación española de productores audiovisuales EGEDA- tendría que dar una explicación, para que no queden dudas sobre la entrega del galardón como mejor película latina a “Relatos salvajes” del argentino Damián Szifrón.
Lo que no se entiende es que esta película compita en dos rubros; como mejor película española y como mejor película Latina a la vez, por el solo hecho de ser producción conjunta entre España y Argentina. Aquí debería primar la nacionalidad del realizador y/o donde fue rodada o que país aportó más a la producción para definir por quien va a competir.
Con este tipo de doble nominación surgen varias realidades; una, como en los premios otorgados este año, queda claro que “Relatos salvajes”, no es la mejor película española pero se le da una segunda oportunidad de competir con las películas de América Latina y eso parece injusto con las demás producciones exclusivamente producidas por un país. Dos, es un error que podría volver a suceder en los premios Goya con este tipo de doble nominación.
No estamos cuestionando los valores del filme- que los tiene- ni del buen elenco, más allá que “Relatos salvajes” sea una realización claramente “inspirada” en los “Cuentos asombrosos” de Steven Spielberg.
Este tipo de nominaciones dobles no aportan más que cuestionamientos que deberían evitarse por el bien del cine.