Un estudio elaborado conjuntamente entre la oficina en Colombia de la UNODC y el gobierno indica que el área de cultivo pasó de 48.000 a 60.000 hectáreas, un incremento del 44% con relación a 2013, mientras que la producción potencial de cocaína subió de 290 a 442 toneladas en el mismo periodo, un 52%.
El informe anual se fundamenta en imágenes de satélite e incluye datos relativos a los cultivos, esfuerzos de erradicación y variables clave para la comprensión del fenómeno en Colombia.
El representante de la UNODC en Colombia, Bo Mathiasen, explicó los motivos de ese incremento.
“Atribuimos eso a un momento en Colombia en que se busca replantear la política y, al mismo tiempo, el año 2014 se caracterizó por precios de la hoja de coca más altos para los campesinos, principalmente en la zona del Pacífico, y posiblemente influyó en los cultivos”, dijo.
Mathiasen añadió que también notaron entre los campesinos la impresión de que si siembran coca será más fácil su interlocución con el gobierno y el acceso a beneficios.