Justicia chilena juzga a ex militares de Pinochet por el 'caso quemados'

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Ministerio de Justicia Chile (Facebook)
Ministerio de Justicia Chile (Facebook)
La ministra de Justicia de Chile, Javiera Blanco se refirió al denominado y emblemático “caso quemados” señalando que se necesitan romper estos pactos del silencio para avanzar en el esclarecimiento total de todos los hechos de violaciones a los derechos humanos durante el gobierno militar de Pinochet. “No solo por el dolor de las familias, sino como país, necesitamos dar respuesta a cada uno de estos casos para avanzar democráticamente en un estado de derecho”, sostuvo.
La secretaria de Estado además indicó que “para avanzar hacia un país reconciliado se necesitan superar los pactos de silencio. Necesitamos superar el dolor de tantas familias hoy día que necesitan saber la verdad de lo que sucedió así que yo aspiro a un país donde los pactos de silencio queden definitivamente atrás” sostuvo.
Por el caso Quemados ya hay siete ex militares detenidos que enfrentan cargos ante la Justicia chilena.
La autoridad durante estas últimas semanas se ha reunido con familiares de agrupaciones de Derechos Humanos y Presos Políticos. Además con familiares del “Caso Degollados”.
La ministra Blanco realizó estas declaraciones tras realizar un balance del funcionamiento del sistema de tobilleras electrónicas, implementado hace 10 meses en las dependencias del centro de Monitoreo Telemático de Gendarmería.
El caso Quemados durante la dictadura de Pinochet
El caso Quemados hace referencia a un episodio ocurrido el día 2 de julio de 1986, teniendo como contexto la lucha callejera contra el régimen militar de Augusto Pinochet en Chile.
Un grupo de militares comandado por oficial Pedro Fernández Dittus, que patrullaba las calles en el marco de una jornada de protesta Nacional, interceptó y tras golpear, rocían con combustible y queman a dos jóvenes: Carmen Gloria Quintana y al fotógrafo Rodrigo Rojas De Negri quien trabajando para una agencia internacional seguía al grupo para fotografiarlo, luego les trasladan y abandonan en un sitio eriazo en Quilicura en la periferia de la ciudad. Rojas posteriormente fallecerá.