Mujica en la década de los años 60 se levantó en armas contra dos gobiernos democráticos en su país, integrando el grupo guerrillero de los Tupamaros y a consecuencia de estas acciones subversivas- robos, secuestros, asesinatos y extorsiones en un país en plena democracia -los militares, con el pretexto de combatir a la guerrilla, dieron un golpe de Estado en Uruguay en 1973, muchos años después del surgimiento de los tupamaros.
En el acto en la Universidad del Estado de Río de Janeiro, al oír los gritos de “no habrá golpe” en Brasil, el político uruguayo hizo una apasionada defensa de la democracia, según informa la Agencia Brasil de noticias.
“Tengo dificultad para entender y no me meto en lo que pasa aquí, porque no me corresponde. Pero si tengo que ser claro: aventura con el uniforme de los milicos?! Por favor! Golpe de Estado?! Por favor! Esta película la hemos visto muchas veces en América Latina. Esta democracia no es perfecta, porque no somos perfectos. Pero hay que defenderla para mejorarla, no para sepultarla”, dijo Mujica, y una vez más oyó los asistentes gritando “No habrá golpe”.
Mujica subrayó la importancia de que los jóvenes sigan con la lucha política e hizo hincapié en la necesidad de que sean solidarios entre si.
“Queridos, nadie es más que nadie. Yo tengo que agradecer por vuestra juventud, por los recuerdos de tantos estudiantes que fueron quedando por los caminos de nuestra América Latina. Ustedes tienen que seguir levantando la bandera. En la vida hay que defender la libertad. La libertad no se vende, se gana. Y se gana haciendo algo por los demás. Eso se llama solidaridad. Y sin solidaridad no hay civilización”, aseguró Mujica en su discurso.
Sobre la legalización de la marihuana en Uruguay
Los asistentes pudieron hacer preguntas al expresidente y uno de los temas abordados fue la liberación del consumo de marihuana en Uruguay, una ley aprobada en su gobierno. Mujica dijo que ninguna adicción es buena “salvo la del amor”, y explicó por qué decidió por la liberación en su país.
“Si tú quieres cambiar, no puedes seguir haciendo lo mismo. En mi país, tomamos una decisión. Como no podemos derrotar el narcotráfico –porque de cada tres presos, uno es por asunto de droga; o por tráfico de droga o por delito que cometió para tener plata para comprar droga–, decidimos tratar de arrebatar el mercado. Esto no es legalización. Esto es regulación”, dijo.
Mujica prometió en su momento que llamaría a un referéndum democrático para que el pueblo uruguayo decidiera sobre la regularización o no de la marihuana, pero nunca lo hizo, la impuso a la fuerza ya que las encuestas daban que el 64 por ciento de los ciudadanos pedía no regularizar el uso de la marihuana y solo el 35 por ciento estaba de acuerdo en regularizar el consumo del cannabis.
“No creemos que ninguna adicción sea buena, salvo la del amor. Todas las demás son malas. Pero [con la liberación], si la adicción domina a una persona, tendremos tiempo de atenderla, ya que podemos identificarla y conocerla. Si la dejamos en el mundo clandestino, se seguirá internando en la adicción”, añadió.
R.C. Gómez con información de la Agencia Brasil
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