El presidente de Venezuela Nicolás Maduro, está cada día más alejado de la realidad y su nefasto gobierno acumula cada día nuevas contradicciones que generan una crisis humanitaria sin precedentes, que parece no tener solución por la ineptitud del tirano chavista y sus secuaces.
Ayer se reveló que Maduro había realizado pagos extraordinarios por 4.000 millones de dólares beneficiando con obras públicas a la empresa brasileña Odebrecht, luego del apoyo económico que recibió de esa empresa para su campaña presidencial en 2013.
Toda una clara corrupción que no le ha impedido al mandatario venezolano ha asegurar este martes en una conferencia de prensa que “Las obras que no culminó la empresa Odebrecht serán entregadas con recursos para su culminación”. Sin dudas que le está tomando el pelo a los venezolanos.
Pero esto no es todo. Otra frase del dictador enerva a muchos ciudadanos: “Nosotros no perdemos tiempo, estamos dedicados al trabajo por el pueblo”.
Tarde, como de costumbre, Maduro reconoció finalmente que en Venezuela existe una epidemia de malaria y ante ello señaló que ha realizado una “Compra de medicinas por parte de Justo Noguera, provenientes de la India, para combatir la malaria”.
Dos encuestas exponen que casi el 80% de los venezolanos no lo quiere como gobernante, pero el insiste en que es el “Presidente más querido por el pueblo”.
Mientras el hambre acosa a los venezolanos y la falta de medicinas provoca la muerte de los ciudadanos, el “tirano de Miraflores” cree, en su delirio, que todo va mejor. Él come todos los días…el pueblo no.
