En menos de tres meses desde que asumió el nuevo gobierno de Uruguay, se han intensificado las acciones en la lucha contra la delincuencia, con buenos resultados, a pesar de la pesada herencia recibida en materia de delitos.
Como ejemplo el Observatorio de Violencia en Uruguay dio cifras registradas por el gobierno saliente donde entre 2018 y 2019 se registraron 807 homicidios y 60.547 rapiñas (Robo o saqueo realizado con violencia).
El nuevo ministro del Interior, Jorge Larrañaga, explicó en conferencia de prensa en el departamento de Salto este lunes, entre otros temas que preocupan a los ciudadanos, que “Queremos luchar contra la delincuencia, contra el narcotráfico grande y contra el chico. Las instrucciones que le hemos dado a todos los jefes de Policía del país es una clara señal de combate a las bocas de pasta base”, señaló.
El jerarca resaltó: “Vaya si estamos precisando lo que ahora está prohibido por la Constitución Nacional, que son los allanamientos nocturnos. El país necesita cambiar la Constitución en lo que hace a la prohibición de los allanamientos nocturnos, no es posible que en un operativo se ponga una cuna de bebé o se tire un colchón en un determinado lugar donde se está vendiendo droga y entonces eso termina considerado hogar”, puntualizó.
Larrañaga aseveró que “no lo convencen” de que en horas de la noche el hogar “es sagrado”, pero que durante el día “no es un lugar sagrado” y agregó que “Si hay garantía del Poder Judicial, si hay garantía de la Constitución de la ley y la actuación del Poder Legislativo, seguramente se tendrá que hacer en plebiscito por vía de una ley constitucional, pero nos parece que los allanamientos nocturnos serían un instrumento fundamental para la Justicia y para el Ministerio del Interior en el combate el delito”, acotó.
El ministro recordó un caso reciente donde no se pudo ingresar en horas nocturnas a un hogar con un hombre que tenía secuestrada a su familia: “Se estuvo que esperar toda la noche que una persona que estaba con niños atrincherado en un apartamento hasta que, al otro día, en las primeras luces del día, se autorizó por parte de la Justicia y los policías se tiraron desde lo alto del edificio con cuerdas para poder penetrar en un hogar. ¿Qué hubiera pasado si tuviésemos que lamentar una desgracia?”, preguntó.
