Luis Alvarado, intenta representar el papel de embajador de Nicaragua en la OEA, pero su escaso discernimiento y falta de inteligencia, lo convierten en el hazmerreír del pleno de diplomáticos de esa organización.
Inculto, que lee con dificultades los discursos que le escriben desde Managua, balbucea sin levantar la vista del texto, mientras habla atropelladamente sin entender lo que está diciendo.
Este personaje, cuasi analfabeto, es el servil designado por el régimen del terror impuesto por el tirano Daniel Ortega para representarlo en la OEA.
Mención aparte merece la vestimenta del “diplomático” Alvarado, que cree estar a la moda del 2021, pero sus trajes parecen salidos de un grupo de cómicos de los años ’70. Basta verlo en la fotografía de este artículo para darse cuenta que con esa ropa salió a dar lástima por el barrio.
El cenutrio embajador orteguista dijo en la OEA: “En cuando al distinguido embajador del Uruguay (Washington Abdala), nos preocupa seriamente lo que la dictadura uruguaya está haciendo con su presidente a la cabeza. Sigue impulsando leyes para imponer un bozal a los medios de comunicación. En el último año se registraron 49 casos de amenazas a la libertad de expresión de periodistas en Uruguay”. Y lo dice este incalificable “diplomático” del régimen de Ortega, que encarcela a periodistas independientes y cierra medios de comunicación en Nicaragua.
La actitud de Alvarado es tan lamentable, que da vergüenza escucharlo leyendo el discurso que le escriben desde Managua y que para colmo lo lee con errores porque ni siquiera entiende lo que le ordenaron decir.
Las falacias del diplomático nicaragüense, son claramente delictivas y estamos en condiciones de revelar que fueron consensuadas previamente con el plan de desestabilización que utilizan foros de ultraizquierda de la región. Ya lo había anticipado Nicolás Maduro: “Foro de San Pablo estamos cumpliendo el plan”, como ya se comprobó en Chile, Colombia y antes en Ecuador con movilizaciones para generar violencia.
En Uruguay, existe plena libertad de expresión y eso está a la vista de todos, no es necesario explicarlo ante verdaderos dictadores como el de Nicaragua.
La respuesta del embajador uruguayo, Washington Abdala, al tenebroso representante de Nicaragua fue contundente:
“Rechazo enfáticamente la descalificación hacia el Uruguay como una dictadura que acaba de proferir el señor Alvarado. Creo que ingresa en un despropósito gigantesco. Creo que desconoce absolutamente lo que es la legitimidad de origen y de ejercicio del gobierno de la República Oriental del Uruguay, del doctor Luis Lacalle Pou, quien fuera electo democráticamente, y que gobierno y oposición, a pesar de tener matices, siguen conviviendo de manera pacífica y democrática”, aseveró.
“No le permito al embajador de Nicaragua una descalificación de esa naturaleza. No se lo permito en este territorio, ni en ningún otro territorio”, puntualizó y agregó: “Sepa que si llega a decir otra infamia más de esa naturaleza, voy a actuar acorde y en consecuencia”.
Por su parte, CAinfo, organización de la sociedad civil que promueve y exige el respeto del derecho del acceso a la información pública y la libre expresión, le respondió a Alvarado:
📢 #HILO: #Uruguay no es una #dictadura. Tiene un gobierno democrático, surgido en elecciones libres, que no encarcela ni persigue #periodistas o candidatos presidenciales de la oposición, como sucede en #Nicaragua 1⃣ https://t.co/jXPXhd4gjh
— CAinfo (@CAinfouy) June 23, 2021
El sirviente de Ortega, se ha llamado a silencio en medio de la condena mundial a la persecución y al encarcelamiento de periodistas y opositores del régimen opresor de Nicaragua, que esos si son hechos reales.
Se puede ser cobarde, pero nunca tan tonto.
Luis Alvarado, alias “el monstruo de Frankenstein” -solo basta verle la cara para darse cuenta de que el apodo le va a la medida- es un sirviente del dictador de Nicaragua.
Se viste como payaso de circo y no de acuerdo a su avanzada edad.
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