Los libros sobre África de las Heras, la espía española del KGB

Asegurar que la historia de África de la Heras, la espía española del KGB, es "poco conocida", es no admitir la realidad e ignorar la enorme biblioteca que existe sobre este personaje, como veremos en en este artículo

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Concepción gráfica Fin de Siglo

Hay por allí quien asegura que la historia de la célebre espía española del KGB, África de las Heras, “es poco conocida”, pero quien afirma eso con liviandad, no conoce la realidad y menos la cantidad de libros que se han escrito sobre el personaje.

No, no es “poco conocida”, es profusa la biblioteca sobre la agente del KGB. Hoy incluso ya existe un documental ruso-uruguayo, “Nuestra África en América Latina”, estrenado en los países de origen y que próximamente será presentado en España en una plataforma internacional y una coproducción de Argentina, Uruguay y Rusia, anuncia el rodaje de una superproducción internacional, “Mi nombre es Patria”, basada en la novela del escritor uruguayo Raúl Vallarino, con guión cinematográfico del español Pablo Álvarez, director de Editabundo y la presencia de importantes y reconocidos actores y actrices de distintos países.

En novelas ya publicadas en el mundo sobre África de las Heras, destacamos: “Nombre clave Patria, una espía del KGB en Uruguay” (Sudamericana, 2006), de Raúl Vallarino; “Mi nombre es Patria” del mismo autor, publicada en 2008 en España por Suma de Letras; “La muñeca rusa” (Alfaguara, 2009), de Alicia Dujovne-Ortiz; “El hombre que amaba a los perros” (Tusquets, 2009), de Leonardo Padura.

Entre los libros de no ficción, se encuentra “Patria, una española en el KGB”, reconocido trabajo del periodista Javier Juárez (Debate, 2008), así como también una nutrida serie de artículos periodísticos al alcance de cualquier lector en los buscadores de internet. Así que no se puede afirmar que la historia de África de las Heras, sea poco conocida.

Además en Uruguay, país donde la espía es ampliamente conocida, la novela “Mi nombre es Patria”, editada por Fin de Siglo, ya va en su tercera edición y se anuncia una cuarta

Nacida en Ceuta en 1909, África de las Heras integró las juventudes comunistas de Cataluña, y en 1937 fue captada por los servicios de espionaje soviéticos. Fue infiltrada en México en el entorno del enemigo de Stalin, León Trotsky y preparó el plano de la casa para el asesinato del disidente; fue guerrillera en Ucrania, paracaidista y radio operadora, y en la Guerra Fría fue la agente encargada de los espías rusos en América del Sur.

Para lograr una fachada legal, la espía logró casarse en 1948 con el escritor uruguayo, Felisberto Hernández y desde Uruguay manejó los secretos del espionaje soviético en América Latina.

Su vida, plagada de acciones increíbles, tiene desinformación en algunas novelas pero también en algunas entrevistas actuales, donde se comete el error de afirmar que cuando Àfrica de la Heras estuvo como radio operadora detrás de las líneas nazis en Ucrania en la II Guerra Mundial, llevaba con ella su pequeño transmisor “Enigma” para enviar sus mensajes. La famosa máquina “Enigma” de textos encriptados, era de los alemanes y no de los rusos.

También recordar el caso de lo que cuenta Alicia Dujovne-Ortiz,  como veremos con un simple ejemplo a continuación:

En las páginas 158 y 159, de su obra “La muñeca rusa”, Dujovne cuenta que la espía española del KGB, ya casada con Felisberto Hernández, fue a vivir con su marido en 1949 a una buhardilla que le prestaron Esther de Cáceres y su esposo Alfredo. La vivienda estaba ubicada en la torre del edificio del cine Rex, avenida 18 de Julio y Herrera y Obes, en el centro de Montevideo.

La autora argentina señala textualmente en su libro:

“Un maravilloso mirador, situado en lo más alto. pero sin espacio suficiente para taller de costura ni de literatura. Justo enfrente, la Plaza del Entrevero, con su monumento a dos gauchos torvos que se enfrentan con mala cara.

-¿Qué significa “entrevero”?-preguntó la española.

-Y yo qué sé.

-¡Pero es una palabra de aquí! ¿En qué planeta vives? ¿No sabes nada? ¿No será un duelo?

-Ah, si, claro-respondió (Felisberto) distraído, con ese revolear de ojos y de dedos que en él significaba estarse yendo-Un duelo criollo.

-Pues espero que no nos contagie las ganas de pelearnos-comentó querendona”.

Hasta aquí, una charla de matrimonio, pero hay un problema. El monumento El Entrevero de José Belloni, fue inaugurado el 2 de enero de 1967, 18 años después de la conversación entre Felisberto y África de las Heras que narra Alicia Dujovne.

Felisberto Hernández falleció en 1964, tres años antes de la inauguración del monumento en la Plaza Fabini.

En la página 283, capítulo: “La adoración del agua” Dujovne escribe:“El 17 de septiembre de 1968, en la ciudad de Génova, la mucama del palacete señorial corre a avisarle a su patrona:

– Señora, en la puerta hay una mujer con una valija que llora preguntando por usted”.

Dujovne no explica cómo hace una valija para llorar y además preguntar por alguien.

Sobre la reciente novela de Reyes Monforte, “La violinista roja” (Plaza y Janés, 2022) ya hemos opinado en nuestra página de crítica literaria: Una “violinista roja” que desafina

Si algo queda por aclarar de que la vida de la espía África de las Heras es mundialmente conocida, es que cinco libros, incluido el de Monforte, son del grupo editorial Penguin Random House de España. Más conocida imposible.