Luego de ver esa vergonzosa elección donde 133 países avalaron el desastre que es la FIFA en manos de Joseph Blatter y le dieron el voto para continuar destruyendo el fútbol mundial, se debe pensar en un cambio radical.
Todo es surrealista; una corrupción demostrada que a estos 133 países no les molesta y que por eso vuelven a votar por Blatter, quién burlándose de todos, asegura que nada vio a su alrededor de la corrupción de sus dirigentes que él mismo eligió para acompañarlo.
Ya lo habíamos dicho; es como si un elefante entrara en una casa y el dueño de la vivienda no se percatara de la presencia del paquidermo. Blatter no podía ignorar lo que ocurría a su alrededor. Ni el ser más ingenuo lo puede creer.
Ante tanta obsecuencia y genuflexión a los desmanes de la FIFA, es la hora de pensar en cambiar todo desde la raíz y, los países europeos, americanos y de algún otro continente que han votado en contra de Blatter, (ya hay al menos 73 naciones) deben unirse y comenzar a conformar otra federación o asociación internacional para desplazar a la FIFA del poder monopólico que ejerce en forma totalitaria y arbitraria.
En otros deportes ya existen varias asociaciones, en el boxeo hay como nueve federaciones internacionales; en el tenis también, como en tantas otras disciplinas deportivas y ya es hora que una organización tan desprestigiada como la FIFA, deje de ser la única que defina arbitrariamente los destinos del más popular de los deportes.
La conformación de una nueva organización, pondrá a la FIFA en verdaderos aprietos y por más que amenace y proteste, se quedará sin países de verdadero peso mundial y será el descalabro total del ente al perder su hegemonia y el monopolio de regir los destinos del mundo del fútbol.
Con Blatter en la FIFA, nada cambiará y si nadie lo enfrenta, seguirá destrozando al más popular de los deportes.
Es hora de pensar en grande y las asociaciones de los países europeos y americanos, tienen en conjunto, la oportunidad de terminar con la tiranía de la FIFA.
R.V.
Opinión
